Análisis Sectorial

Automotriz

08/08/2016

Un mapa de venta de vehículos en Latinoamérica

Durante los primeros siete meses del año, aumentaron los patentamientos en México y Argentina, mientras que Brasil tuvo una fuerte caída debido a la recesión económica que afecta a ese país. En la primera mitad del año, las ventas de vehículos en Chile mostraron un resultado favorable, mientras que en el resto de los países de la región el saldo fue negativo.

Durante los primeros siete meses, la región tuvo resultados disímiles en la venta de vehículos. México lideró las subas con patentamientos por 875.425 unidades y un crecimiento del 18,2%, secundado (con una gran diferencia por tamaño de mercado) por Argentina, con un total de 401.439 unidades vendidas y un incremento del 6,2% en relación a igual período de 2015.

En cambio, Brasil, con 1.164.926 unidades patentadas muestra una caída del 24,7% en el mismo período.

En tanto, y en los primeros seis meses del año –últimos registros- Chile mostró un resultado positivo con registros de venta por 146.690 y un aumento del 6,7%. Por el contrario, el resto de los países de la región tuvo saldo negativo: Ecuador vendió 27.442 unidades, un 41,2% menos que en el primer semestre de 2015; Uruguay, con patentamientos por 20.804 unidades, bajó el 20,1%; Bolivia importó 15.340 unidades, un 19,9% menos; Colombia vendió 118.866 con una retracción del 12,4, mientras que en Paraguay las importaciones fueron por 13.654 unidades, con una reducción del 3,2%.


Radiografía de Argentina

En nuestro país, en los primeros siete meses se vendieron 295.900 automóviles y SUV, un 6,6% más que en similar período del año pasado. El patentamiento de autos chicos fue de 186.700, con un aumento del 4%, mientras que la venta de autos de gama media fueron 99.000, un 7,4% más que en el interanual, según datos elaborados por ABECEB con fuente ACARA.

El patentamiento de autos de alta gama tuvo un fuerte aumento del 73,5%, de los cuales los SUV grandes potenciaron su venta un 116,9% al superar las 6.100 unidades.

Se patentaron 89.900 vehículos comerciales livianos (excluyendo los SUV), un 9,5% más que de enero a julio del año pasado. La venta de pickups medianas y grandes sumó 47.000 unidades y un aumento del 15%.
En cambio, el patentamiento de camiones se redujo un 20,4% con un total de 9.500.

De esta manera, el sector muestra una mejora de las ventas en el mercado local, pero no alcanza para revertir la tendencia de fuerte caída de los niveles de actividad sectorial, afectada fundamentalmente por el recorte en las exportaciones a Brasil.

Pero hay algunas señales que despiertan optimismo a futuro. En primer lugar, se ha dado una clara mejoría en el clima de negocios para el sector. La Argentina ha recuperado atractivo internacional y se esperan nuevas inversiones en el sector. Por el lado de la demanda brasileña, se perciben algunas señales incipientes de estabilización a nivel macro del mercado automotor, y existe relativo consenso en que los volúmenes de venta de vehículos 0 Km habrán tocado su piso durante este año.

En cuanto a los volúmenes de la actividad, si bien el balance al cierre de 2016 será negativo, ya puede preverse una estabilización de los niveles de producción hacia el final del año y un repunte significativo en 2017.

En relación a la demanda interna, como se vio anteriormente, las ventas ya iniciaron una dinámica gradual de recuperación que se espera que se acelere durante 2017, con una economía en crecimiento. El mercado interno debería recuperar en los próximos dos o tres años sus volúmenes naturales del orden de las 800-850 mil unidades. 

02/08/2016

“En la transición, hay que cuidar ciertos sectores”

Alberto Schuster Director Unidad de Competitividad

En una entrevista publicada por El Economista, Alberto Schuster, director de la Unidad de Competitividad de ABECEB, sostiene que “para generar un proceso de inversión, tiene que haber certidumbre, riesgo acotado y posibilidades de financiamiento”. “Las inversiones de infraestructura están empezando a reactivarse, pero hay que tener presente que pasar de una economía muy cargada en el consumo a una más cargada en la inversión toma su tiempo”, finalizó.

A pesar de las críticas que despertó el nuevo régimen puerta a puerta de compra de bienes desde el extranjero, el economista y director de la Unidad de Competitividad de Abeceb, Alberto Schuster, descartó que el sistema pueda tener consecuencias significativas, dada la participación marginal de estas compras sobre las importaciones generales. No obstante, en diálogo con El Economista, advirtió que varias ramas de la actividad industrial no pueden competir a niveles internacionales, por lo que “hay que cuidar a ciertos sectores”, aunque solo “dentro de lo permitido por la OMC” y “durante un tiempo”. Sobre las inversiones que esperaba el Gobierno Nacional para el segundo semestre, asegura que “es probable que el Gobierno haya exagerado el optimismo” aunque recomienda ser “pacientes”.

Hasta diciembre, los industriales reclamaban por la pérdida de competitividad que implicaba un dólar atrasado. Desde entonces, hubo un salto del tipo de cambio pero también un salto inflacionario importante. ¿En qué medida se revirtió ese atraso cambiario? Las distorsiones que tenían los precios relativos de Argentina (el tipo de cambio, los costos salariales, los precios de la energía) eran tan fenomenales que pretender lograr corregirlos todos sin que el tipo de cambio o la inflación hayan aumentado como lo hicieron, era demasiado optimista o pretender demasiado. Lo cierto es que se ganó 15% en términos de competitividad no estructural -es decir, costos laborales unitarios-, a través de toda la economía. Lo que pasa es que la distorsión en costos laborales unitarios contra otras economías es tan grande que no se puede lograr de un día para el otro. China tiene un costo laboral unitario que puede llegar a US$ 0,30 por hora y Argentina está en US$ 1,20 aproximadamente.

Entonces, por más que Argentina corrija en parte eso, es muy difícil que pueda competir en productos masivos con China, Tailandia, Vietnam, Malasia, Indonesia o esas economías con costo laboral nominal mucho más baja y con tecnología de una productividad más alta.

Es muy difícil para Argentina generar una competitividad tal en la industria, salvo en algunos nichos.

En ese contexto, ¿la apertura de importaciones que promueve el Gobierno y el nuevo régimen de compras puerta a puerta no suponen un riesgo para las industrias locales? En cuanto al régimen puerta a puerta, no, en absoluto. Porque creo que la compra puerta a puerta no puede ser tan significativa como para afectar a toda una industria en su conjunto. Las compras puerta a puerta son para ciertos sectores de alto poder adquisitivo, conectados, informados, pero eso no es el conjunto del consumo. En cuanto a la apertura a las importaciones, poner a Argentina a competir con textiles que vienen de Vietnam, de China, va a ser difícil. En esa competencia, el país tiene problemas de competitividad, como tiene todo el mundo. En Estados Unidos no hay producción local de textiles porque se importan de países asiáticos; han desplazado su producción industrial hacia los países asiáticos y han empezado a destruir trabajo industrial que no logran reemplazar por el trabajo del mismo valor, por lo que a los sectores medios y bajos les bajaron los ingresos y la gente empieza a sentir disconformidad. En Argentina, la substistencia de ciertas industrias, fundamentalmente de aquellas que producen productos de masividad, va a ser un problema.

Si no se quiere incrementar el proteccionismo, ¿qué se puede hacer para evitar eso? Para evitar eso, uno tiene que poner barreras que pueda poner dentro de las normas de la OMC. Extremar las protecciones, dentro de lo que sea un recurso permitido por la OMC está bien, porque uno tampoco puede generar un cambio de la noche a la mañana. Hay que cuidar a los sectores con estas normas internacionales, pero durante un tiempo, no se los puede cuidar durante toda la vida. Luego, la solución es de más largo plazo y pasa por la competitividad estructural. Esto es, mejorar la infraestructura, la calidad de la educación, las regulaciones, que las empresas empiecen a pensar para adentro si eficientizaron sus procesos, que el Estado también lo haga y que la carga impositiva no sea tan alta. Son un conjunto de cosas que vamos a ver en el tiempo, nada va a pasar los próximos dos años.

Pero en el medio hay un período de transición, ¿cómo debería ser? Ese período de transición tiene que tener muñeca. No hay ninguna transición que pueda generar un clima tal que lo bueno de la transición sea anulado por la resistencia natural de la gente a quedarse sin trabajo. Cualquier transición razonablemente hecha en cualquier lugar del mundo protege a los sectores más carecientes y a los laborales para que no haya una crisis de salud, de alimentos y de trabajo.

El Gobierno apostó a que vendría una “lluvia de dólares” que hasta ahora no se produjo. ¿Qué está faltando hoy para que los empresarios inviertan de manera más contundente? Primero, es probable que el Gobierno haya exagerado el optimismo.

Segundo, hay que entender cuál es la dinámica de las empresas en aprobar y ejecutar una inversión. En las empresas multinacionales, los proyectos de inversión en Argentina están en competencia con otros en otras partes del mundo. Luego, una vez que se aprobaron, tardan en ejecutarse.

Mientras tanto, a nivel de empresas nacionales, hoy estamos teniendo un problema que es el costo del financiamiento. Tenemos tasas en dólares de más de 20% anual.

Para generar un proceso de inversión, uno tiene que tener certidumbre, tener el riesgo acotado y posibilidades de financiarse. Por otra parte, las empresas más pequeñas y las medianas, que son las nacionales, para llegar a ejecutar mejoras de capital todavía requieren de un tiempo.

Y después están las inversiones de infraestructura, que están empezando a reactivarse. El problema es que llevaron un período de revisión de las contrataciones, de revisión de las licitaciones, de poner en marcha obras que estaban paralizadas. Pasar una economía muy cargada en el consumo a una más cargada en la inversión toma su tiempo.

Energia Eléctrica

28/03/2016

Energías renovables, la mejor solución al creciente déficit del sector eléctrico

Dante Sica Director

Las energías renovables constituyen la solución más eficiente para cubrir el déficit en el sector eléctrico por costos, tiempo de instalación, generación de empleo y su aporte a la mitigación del cambio climático

La diversificación de la matriz energética a través de fuentes renovables no convencionales (eólica, solar y biomasa entre otras) dejó de tener fundamentos exclusivamente ambientales. Actualmente existen razones económicas para creer que jugarán un rol importante en los próximos años. Continuar incorporando únicamente energía térmica implicaría recurrir a importaciones de combustibles que agravarían el cuello de botella externo, aumentarían costos, e incrementarían la exposición del país a los ciclos de precios del crudo.

Si se analizan los números, el costo medio de generación de un parque eólico ronda los USD/MWH 110, en línea con el costo promedio de generación del sistema y es un precio muy inferior al de las turbinas turbo-gas que se han incorporado en los últimos años (que en algunos casos superan los USD/MWH 300). Es decir, incorporar este tipo de energía de hecho reduciría el costo de generación de energía eléctrica. Es más, existe un alto potencial para reducir estos costos en el mediano plazo, especialmente teniendo en cuenta que la Patagonia Argentina es la mejor región del mundo para el desarrollo de esta tecnología ya que podría funcionar con un factor de carga de hasta 50%, cuando lo normal es el 30%.

Si bien es cierto que existen opciones de generación que en principio presentarían costos inferiores como la energía hidráulica, la nuclear o las centrales de ciclo combinado, estas alternativas presentan otras limitaciones que hacen que sea imposible planear un futuro cercano sin la participación fundamental de las energías renovables.

En primer lugar, el tiempo de instalación. Mientras que la construcción de una central hidroeléctrica o nuclear toma entre 5 o 7 años, y la de un ciclo combinado entre 2 y 3 años, un parque eólico o solar se puede instalar en menos de 18 meses.

Esto es fundamental en el contexto actual del sector eléctrico argentino, ya que si no se incrementa rápidamente la potencia podríamos presenciar una nueva crisis de generación. En concreto, se prevé que para 2020 sería necesario sumar alrededor de 4,5 GW de potencia para cubrir el aumento de la demanda, y 2,0 GW adicionales para recuperar la escasa reserva actual. Los proyectos convencionales en cartera apenas cubren la mitad de ese valor, por lo que el tiempo de instalación deberá ser una prioridad en el momento de las definiciones.

A su vez, las energías renovables son una potencial fuente de empleo que permitirá desarrollar una industria local de alto valor agregado: la mayoría de los estudios realizados a nivel mundial coincide en que las mismas son más intensivas en empleo que las fuentes tradicionales, principalmente, por la demanda que se genera durante su construcción. Para maximizar estos impactos, será clave priorizar la participación de la industria local en las licitaciones ya que Argentina posee una red capacitada de proveedores en la industria metalúrgica y metalmecánica.

Por último, no debe dejar de considerarse que las mismas contribuyen a la mitigación del cambio climático. Esto permitiría avanzar en línea con el acuerdo alcanzado en la Cumbre de París (que podría fijar metas vinculantes para la reducción de emisiones a 2020).

Esta innovación no se logrará sólo con normas que establezcan objetivos deseables si luego no son aplicadas. Argentina cuenta con leyes de fomento desde 1998 y a 2016 apenas cubre el 2% de su demanda con energías renovables. Hace falta una planificación energética de largo plazo que imponga una diversificación de la matriz como objetivo de Estado.

Pero hay que tener en cuenta que para potenciar la llegada de este tipo de inversiones de capital es preciso una macro estable, con reglas de juego claras y en simultáneo trabajar en una agenda de reformas estructurales que promuevan el crecimiento y la creación genuina de empleo y que tenga como prioridad el diseño de una estrategia de inserción internacional.

Perspectivas sectoriales

11/03/2016

Sector por sector: Cómo terminará el primer año de la nueva gestión

Los principales sectores de la economía despedirán 2016 con resultados significativamente dispares: las caídas serán protagonizadas por la venta de electrodomésticos con el 5,3; la producción automotriz, con el 3,9; la de petróleo y gas, el 1,5; el textil con el 1,2 y la siderurgia con una contracción del 1 por ciento, según un informe de ABECEB dado a conocer hoy.

No obstante, y a pesar de que el resultado será negativo, en varios casos la performance será menos adversa que la de 2015 cuando el automotriz tuvo un descenso del 11,5; la siderurgia retrocedió el 8,4 y el textil, se contrajo el 6,9 por ciento.

En otros casos, se verá una clara recuperación si se compara con un ejercicio anterior que fue negativo: es el caso de las exportaciones mineras que clausuraron 2015 con una baja del 3,9 y que este año crecerían el 4,4 y los agroquímicos que de una merma del 4 por ciento estiman ahora un alza del 5,1.

Por su parte, y como era esperable tras el necesario giro de la política económica, el consumo marcará un magro desempeño este año, marcando con un virtual estancamiento (-0,1%), versus un avance de 0,6% en 2015. Esto tendrá su correlato en los sectores asociados al gasto de los hogares, que sufrirán una desaceleración: la industria de alimentos y bebidas avanzará 0,5% (versus 1,1% el año pasado), la generación de energía eléctrica 0,8% (contra 4,3%), y la construcción crecería 3,2% cuando en 2015 rebotó 7%.

“La economía real deberá transitar un 2016 desafiante, en medio de un contexto internacional complejo y una transición de ciclo económico y político en el plano local”, explicó Mariano Lamothe, gerente de Análisis Económico de ABECEB y agregó que “la redefinición del tipo de cambio y las modificaciones en la política comercial, tributaria y de subsidios configuran un cambio en el esquema de precios relativos y en las condiciones de inversión que, evidentemente, tendrá ganadores y perdedores en los sectores productivos”.

En la actividad industrial, las condiciones de demanda internacional y los menores niveles de consumo interno sentenciarán otro año de estancamiento, pese a cierta mejora de las condiciones de competitividad. El segmento metalmecánico será el más afectado por el retroceso de la demanda local y regional, especialmente en los bienes durables. Por otro lado, las industrias sensibles, orientadas al mercado interno, se enfrentarán al doble desafío de desenvolverse en un contexto consumo menos pujante y de adecuarse a un esquema con mayor rigor competitivo.

El sector agro-alimentario será el gran ganador con la nueva política económica. Si bien los volúmenes de la cosecha y del área sembrada 2015/2016 aún no mostrarán incrementos significativos, las medidas recientes permitirán recomponer los márgenes y liquidar stocks acumulados.

Las industrias procesadoras de alimentos tendrán un impulso por la mayor oferta primaria y la ganancia de competitividad. En el caso de la ganadería, los mejores precios incentivarán a recomponer los stocks perdidos durante la última década.

Si bien este año va a mostrar una desaceleración, la construcción es otra de las actividades que podría verse beneficiada por lo cambios en la política económica, especialmente por la eliminación del cepo cambiario. Por ahora, la obra pública se concentrará en la conclusión de obras ya iniciadas, pero la infraestructura será uno de los pilares de la nueva Administración. El reacomodamiento de las cuentas públicas y el acceso al crédito internacional permitirán dinamizar las obras públicas y privadas en los próximos años.

En contraste, las actividades extractivas y la industria manufacturera enfrentarán un 2016 con perspectivas menos favorables y expuestas a mayores riesgos.

En el caso de la energía y minería, pese a los estímulos desde la política local, el escenario internacional de precios continúa deteriorándose, atentando contra la factibilidad de los proyectos de inversión en cartera en el corto plazo.


Perspectivas sectoriales

12/02/2016

Luego de cinco años de estancamiento, Argentina crecería 4% en 2017

La mejora será impulsada por cinco sectores clave: infraestructura, ganadería, químicos, laboratorios y molienda.

Argentina liderará el crecimiento en la región con un crecimiento del 4 por ciento en 2017, muy por encima de la performance de los otros países de Latinoamérica que promediarán una recuperación del 1,6 por ciento.

Si bien todavía no concluyó el primer trimestre, los referentes de la actividad ya comenzaron a plantear el escenario del año próximo para definir sus pasos en materia de inversiones, oportunidades, desafíos y detectar rubros de interés.

Lo que está claro es que luego de cinco años de estancamiento, 2016 se despedirá con un ajustado equilibrio (-0,3%) y será recién en 2017 cuando la actividad económica registre una mejora tomando en cuenta la base de una reacción moderada del consumo privado (de la mano de una mejora del salario real y de una leve recuperación del empleo privado) y un repunte de la inversión.

En palabras de Dante Sica (Director de ABECEB): “muchas de las mejoras en la organización económica (mayor apertura, revitalización de la iniciativa privada, etc.), así como la inversión en infraestructura deberán generar un impacto positivo sobre la productividad, lo que también ayudará a apuntalar el crecimiento. Podemos decir que 2017 será un buen año para la Argentina, en el que la economía podría mostrar tasas de expansión en torno al 4% anual, con chances de repetir ese guarismo en 2018”.

Sica precisó que “de todos modos, se trata de tasas de expansión más moderadas que las verificadas en otras recuperaciones cíclicas de nuestra historia cuando el PBI solía rebotar a tasas superiores al 6% anual. Este comportamiento tiene que ver básicamente, por un lado, con un mundo que se presenta a mediano plazo más desafiante para los emergentes y, por otro, con el hecho de que el gobierno local en pleno proceso de corrección de los desbalances macro, no podrá apelar ni a la política fiscal ni a la monetaria como instrumentos orientados a lograr un mayor rebote del nivel de actividad”.

“En ese contexto, veo una economía impulsada fundamentalmente por la inversión, en un contexto de clima favorable para la iniciativa privada”.


Los sectores protagonistas de la recuperación

El agro será uno de los sectores que más motorizará la actividad económica en 2017 a partir de la mejora de la rentabilidad ganada con el ajuste cambiario y la eliminación de las retenciones a la exportación. La mejora de la rentabilidad, que llegó tarde para impulsar la cosecha en 2016 (de hecho la misma caería 6,1% este año), sin dudas estimulará la producción en la próxima campaña, lo cual derramará en un mayor incremento de la demanda de maquinaria agrícola, agroquímicos e impactará en transporte, logística, el comercio y la actividad en numerosos pueblos del interior.

Otros sectores que se espera tengan buen desempeño el año próximo son los vinculados al mercado interno (comercio, electrodomésticos, entre otros) traccionados por la mejora del ingreso disponible de las familias y de la reducción esperada del costo de financiamiento. En particular, la industria farmacéutica mostraría un interesante dinamismo al compás de la recuperación de la demanda doméstica y de la mejora del salario real y el empleo.

De la mano de la inversión en infraestructura se espera también un repunte de la construcción, tanto en obras públicas (viales, por ejemplo) como privadas, donde se espera un impulso en el área de distribución eléctrica. También podría mostrar un interesante dinamismo el mercado inmobiliario después de años de parate tras la imposición del cepo.

Hoy las mayores incógnitas pasan por el sector de petróleo y gas, donde las perspectivas de bajos precios internacionales no exhiben por el momento un escenario que permita esperar un fuerte rebote inversor.

Un párrafo especial merece la coyuntura de Brasil, que se estima seguirá estancado en 2017, inhibiendo un repunte en las perspectivas de las manufacturas de origen industrial con fuerte presencia exportadora en ese mercado (por ejemplo, la industria automotriz). En el caso de la industria automotriz, el aumento esperado de la demanda interna ayudará a compensar la retracción de la demanda carioca, lo mismo que la posibilidad de reorientar algunas exportaciones a otros mercados.

Automotriz

05/02/2016

Un mal enero para la industria automotriz local. El peor de los últimos 9 años.

En enero, la producción de vehículos sufrió un nuevo retroceso, el quinto consecutivo, reflejando un mínimo histórico en 9 años. En un contexto de demanda externa e interna deprimida, afectada por el derrumbe de ventas en Brasil y por el impacto sufrido en el poder adquisitivo local luego de las correcciones macroeconómicas llevadas a cabo por el actual gobierno, el desempeño de la industria se vio afectado además por una mayor cantidad de paradas de planta de las terminales automotrices.

En el pasado mes de enero, la producción del sector automotriz alcanzó las 17.785 unidades, un 30,6% menos que en enero de 2015. Esta nueva contracción representa la quinta caída interanual consecutiva y se muestra como un mínimo histórico en 9 años, comparable con la producción observada en enero de 2007, mes en el que la producción alcanzó las 17.057 unidades.

El comportamiento del sector durante el primer mes del año se vio afectado, en el ámbito local, por una mayor cantidad de paradas de planta por parte de las terminales automotrices, mientras que en el ámbito internacional, se observa una fuerte retracción de la demanda brasileña afectando así los niveles de exportación. En este sentido, en el país vecino se registró en enero el peor comienzo de los últimos 9 años, reflejado en la fuerte retracción de los patentamientos de vehículos 0km de 38,8% interanual, en línea con la agudización de la crisis que se fue dando mes a mes. Con esto, las exportaciones a Brasil presentan una merma del 44,9% interanual, provocando una caída en el total de las ventas externas de Argentina del 49,1%.

Por otra parte, el magro desempeño del sector automotriz tiene su arista también en el retroceso de las ventas minoristas en el mercado local. En este sentido, los patentamientos de vehículos 0km en el mercado local mostraron una caída de 14,1% interanual en enero, quebrando la tendencia alcista observada desde septiembre. El desempeño de las ventas se vio afectado, por un lado, tras el impacto sufrido en el poder adquisitivo local luego de las correcciones macroeconómicas llevadas a cabo por el actual gobierno. Por otro lado, en buena medida, las ventas se vieron perjudicadas a partir de la pérdida de días de venta a raíz de que, con la devaluación y las modificaciones al impuesto interno, las terminales se demoraron en presentar las listas de precios. Así, con las correcciones del mercado ya realizadas, los vehículos de gama media y baja presentaron fuertes alzas.

Sin embargo, en enero de 2016 se observa un incremento en las ventas de las terminales a las concesionarias de 52,5% anual. Esto se dio como compensación a la fuerte contracción observada en diciembre de 2015, ya que debido a un escenario de alta incertidumbre provocado por el levantamiento del cepo y la posterior corrección del tipo de cambio en el último mes del año y la modificación en el impuesto a los vehículos de alta gama, no se realizaron operaciones con los volúmenes habitualmente observados.

En 2016, si bien no se perciben señales de recuperación de la demanda regional y las correcciones macroeconómicas que se llevarán a cabo a lo largo del año pondrán un límite al mercado automotor al corto plazo, se espera hacia finales de 2016 una recuperación de la actividad, traccionada fundamentalmente por la inversión que conducirá a un incremento en los volúmenes de mercado.

Automotriz

04/02/2016

“Este año habrá menos producción y ventas. El repunte se verá recién en el segundo semestre”

Dante Sica Director

Durante 2016, la industria automotriz tendrá un menor nivel de producción y ventas porque continúa la recesión en Brasil, nuestro principal cliente externo. La demanda en el mercado local recién se recuperaría a mitad de año, afirmó Dante Sica, director de ABECEB y ex secretario de Industria y Minería de la Nación en una entrevista con Télam.

“En aquel momento -recordó Sica, hoy director de la consultora ABECEB- pasamos de una producción muy alta, porque Brasil traccionaba fuerte, a un nivel de entre 550 a 600 mil vehículos, y hubo empresas que pasaron de dos turnos a uno”.

En declaraciones a Télam, Sica consideró que “podrá haber quizás, en este primer semestre, suspensiones en algunas terminales, pero no veo un proceso de despidos”.

“La mirada de las empresas es mantener un nivel de actividad muy similar al año anterior, lo que no debería repercutir en despidos”, afirmó el analista.

“Cuanto más rápido empiece a recuperarse la demanda local -estimó-, más rápida va a ser la reversión de algunos procesos de suspensión, que sí hubo en algunas terminales, en especial las que tienen mucha relación con Brasil, como fue el caso de las plantas de Renault y Fiat en Córdoba”.

Sica confió en que el mercado “empiece a funcionar más libremente”, ya que deberían corregirse este año los desequilibrios en la macroeconomía, tras la superación de la discrecionalidad y las restricciones en materia de disponibilidad de importaciones y dólares.

“Esto tiene un fuerte impacto en el sector, a pesar de que todavía no se definieron políticas sectoriales”, evaluó el economista.

“La oferta del año pasado -explicó Sica- estuvo condicionada por la disponibilidad de dólares, con lo cual la gente no compró el auto que quería sino el que había, dadas las fuertes restricciones para importar, no sólo vehículos importados, sino partes y piezas para poder producir”.

El director de ABECEB sostuvo que “en ese contexto, terminamos el año pasado con ventas de 640 mil autos, producto de lo que fue la brecha cambiaria, ya que muchos adelantaron compras aprovechando los dólares que tenían, vendían en el paralelo y compraban al tipo de cambio subsidiado”.

“Este año la demanda será un poco menor, la estimamos entre 570 y 590 mil vehículos, con un repunte en el segundo semestre porque va a haber más competencia en términos de precios y financiamiento, y recuperación de los niveles de demanda, cuando el mercado laboral esté asentado y la negociación salarial cerrada”, añadió.

Otro cambio importante, agregó, fue la corrección del denominado impuesto a los bienes de lujo, “que afectaba no sólo a los autos importados de alta gama, sino también a modelos nacionales, que retrasaron sus precios para no quedar incluidos en el gravamen”.

“Lo que tenemos que esperar -señaló- es que los precios terminen de reacomodarse, y con el impacto que va a tener el aumento de la tasa de interés vamos a ver un mercado un poco más duro, pero en general este año los valores van a estar alineados con la pauta devaluatoria”.

Sica afirmó, por último, que el impacto de la corrección de tarifas energéticas sobre el sector industrial es menor, porque el atraso tarifario más importante se concentraba en la demanda domiciliaria.

Automotriz

26/01/2016

Otro año de desvelo para las autopartistas cordobesas

Dante Sica Director

Columna de opinión publicada en La voz del Interior, el Domingo 24 de enero: El deterioro de la economía de Brasil no se detiene e impacta de lleno sobre la industria automotriz argentina. Así, las exportaciones de productos automotores a ese país descenderán al nivel más bajo en 10 años.

2016 será otro año sin calma para las empresas autopartistas de Córdoba. La reducción de la escala productiva, el desfasaje de costos frente a Brasil, la sobrecapacidad regional y la liberalización del comercio configuran un panorama desafiante para la actividad.

Los volúmenes de la industria automotriz volverán a sufrir caídas este año, y en particular en la provincia, cuyo ciclo se encuentra estrechamente ligado al comportamiento de la economía brasileña. La producción de automotores en las plantas locales podría caer este año en torno al 15%, una paradoja ante el crecimiento previsto del 3,5% en el resto del país. De esta manera, la producción cordobesa acumulará una contracción del 42% desde a 2013. Esta reducción de escala continuará presionando sobre los costos fijos de los proveedores, afectando su capacidad competitiva.


VECINO EN PROBLEMAS

Es que el deterioro de la economía de Brasil no se detiene e impacta de lleno sobre la industria argentina. El interrogante persiste: ¿cuándo se alcanzará el “fondo del pozo”? Las expectativas para la actividad económica en 2016 marcan una profundización de la recesión, con un nuevo retroceso del PBI no menor al 3%. En este escenario, las exportaciones de productos automotores a Brasil descenderán al nivel más bajo en diez años, pese a la devaluación y quita de retenciones para la actividad industrial, dispuestas recientemente por el gobierno que preside Mauricio Macri.

La redefinición del tipo de cambio, si bien ha contribuido a atenuar los desequilibrios, no es suficiente para recuperar la competitividad bilateral, que aún se mantiene en los menores niveles desde los ’90. Con la pérdida del investment grade y los precios de los commodities sin señales de mejoría, el real por encima de 4 ya es un hecho para todo el año.

Así, mientras persista la crisis económica y política en el gobierno de Dilma Rousseff que conducen a un real débil, la disparidad de costos con Brasil será difícil de empatar. Especialmente en el sector autopartista, donde los factores no transables (salarios, logística) tienen un participación mayor en la estructura de costos.

En este contexto, existe un riesgo concreto de desplazamiento de los autopartistas radicados en Argentina en la provisión de la industria regional, que se incrementa conforme avanzan las nuevas asignaciones de modelos. Ello considerando un ciclo para los próximos años en el que habrá capacidad excedente en Brasil y una mayor liberalización del acceso a importaciones en Argentina.

En el segmento de reposición, el Gobierno ha incluido dentro de las licencias no automáticas a las autopartes sensibles identificadas por las empresas. Pero la clave estará en cómo decida gestionarse el Sistema Integrado de Monitoreo de Importaciones (SIMI) frente a la presión competitiva de los fabricantes asiáticos.


OPORTUNIDADES

A futuro, existen buenas oportunidades de desarrollo de negocios para el sector autopartista cordobés. En los últimos diez meses, se han anunciado dos grandes proyectos de inversión en plantas cordobesas por un monto de 1.250 millones de dólares. Estos proyectos incluyen además novedades interesantes: el ingreso de Nissan como nueva terminal a nuestro país , la incursión de Córdoba en el segmento de pick-ups (el principal eje de inserción externa de la industria argentina) y el pasaje a un modelo regionalmente exclusivo y de plataforma global para la fábrica Fiat en Ferreyra, algo que solían reclamar tanto gobiernos previos como autopartistas.

En resumen, hay claras oportunidades de desarrollo, pero los riesgos del contexto actual son elevados y deberán afrontarse activamente. La clave estará entonces en estrechar las estrategias de trabajo conjunto entre los distintos agentes de la cadena de valor y las nuevas autoridades de Gobierno con una mirada de largo plazo. Es menester generar mecanismos de incentivos simples y eficaces desde las políticas públicas que permitan contrarrestar el ciclo recesivo de la actividad y el desacople cambiario regional.

15/10/2015

Alimentos, Farmacéutico e Insumos básicos son los sectores más competitivos de Argentina

Alberto Schuster Director Unidad de Competitividad

[audio] En diálogo con el periodista Emiliano Galli para el programa “Trade On”, Alberto Schuster, Director de la Unidad de Competitividad de ABECEB, analiza en el siguiente audio el Ranking ABECEB de Competitividad Sectorial, explicando su composición y principales resultados obtenidos. En particular, destaca que los sectores industriales más competitivos resultan el Alimenticio, Farmacéutico y de Insumos metálicos básicos.

Construcción

21/10/2015

Leve aceleración de los costos de la construcción según INDEC.

El Nivel General del Índice de Costo de la Construcción (ICC) publicado por INDEC registró en septiembre pasado una suba de 1,3% con respecto al mes anterior, reflejando un incremento interanual de 24,6%. Estas cifras marcan una leve aceleración en el índice, en concordancia con la aceleración que exhiben principalmente los costos de materiales, capítulo con mayor participación dentro de la construcción del nivel general.

El Nivel General del Índice de Costo de la Construcción (ICC) publicado por INDEC registró en agosto pasado una suba de 1,3% con respecto al mes anterior, reflejando un incremento interanual de 24,6%, casi 10 puntos porcentuales por encima de la inflación oficial. Este alza refleja una leve aceleración con respecto a lo sucedido el pasado mes de agosto, cuando la suba en el nivel general de los costos resultó de 24,3%.

El mayor ritmo de avance se asocia principalmente a la aceleración en los costos de materiales - capítulo con mayor participación dentro de la construcción del nivel general- que exhibió en el pasado mes de septiembre un incremento de 2,4% respecto al mes anterior, marcando un incremento interanual de 22,5%.

Por otra parte, el costo de la mano de obra registró un incremento de 26,4% interanual, lo que refleja un comportamiento estable respecto a lo observado en agosto cuando los costos se elevaron un 26,2% interanual. Sin embargo, al compararlo con el pasado mes de julio cuando los costos en mano de obra registraron un pico mínimo con una suba de 19,0% interanual, se observa una fuerte aceleración explicada básicamente por el impacto del segundo y último tramo de las paritarias acordado en mayo.

Finalmente, los gastos generales marcaron un alza de 21,4% interanual, apenas por debajo del resto de los capítulos.

En un análisis por ítem de obra, los incrementos interanuales más importantes observados en agosto se dieron en Yesería (29,2%), Estructura (27,8%) y Vidrios (27,7%).

Industrial

25/09/2015

La industria experimenta un nuevo crecimiento por tercer mes consecutivo

En el pasado mes de agosto la actividad industrial volvió a reflejar una variación interanual positiva por tercer mes consecutivo, impulsada por el desempeño del sector Automotriz. Sin embargo, este comportamiento aún no logra compensar la merma en términos acumulados, que en los primeros ocho meses del año exhibe una caída de 0,7% interanual.

En agosto, la actividad industrial creció 0,5% interanual, lo que representa el tercer incremento consecutivo, según los datos del INDEC.

El crecimiento fue impulsado por el dinamismo de la industria automotriz (+7,3% interanual), principalmente por cuestiones técnicas de las plantas. En el anterior mes de julio, las paradas programadas simultáneas en distintas plantas provocaron la reducción de la producción un 7,7% interanual. Sin embargo, la tendencia para los próximos meses continúa siendo negativa. Aunque en agosto y septiembre las ventas internas a las concesionarias y los patentamientos han mostrado un mayor dinamismo, la situación de Brasil es crítica y se espera una fuerte caída de las exportaciones en lo que resta del año.

Por su parte, se observa un leve incremento de la industria alimenticia (+1,1% interanual), bloque de mayor peso en el indicador del INDEC. Hacia el interior del bloque, se observa un buen desempeño de la molienda de cereales y oleaginosas (+11,4%), inducido por la amplia disponibilidad de soja a partir de una cosecha récord y elevados stocks acumulados en los últimos años. En contraposición, se observa un fuerte retroceso en la industria láctea (-11,2%) y la producción de azúcar y productos de confitería (-11,9%).

Otros rubros que presentaron subas en el mes de agosto fueron papel y cartón (+6,7% interanual), minerales no metálicos (+4,7%), edición e impresión (+4,3%), caucho y plástico (+2,9%) y refinación de petróleo (+1,9%).

Estos sectores permitieron compensar la merma registrada en las sustancias y productos químicos (-3,7%) y metalmecánica excluido automotriz (-2,9%). Otros bloques que registraron caídas en su producción durante agosto fueron los productos del tabaco (-9,8%), textiles (-7,3%) y las industrias metálicas básicas (-0,7%).

Con todo, en el acumulado de los primeros ocho meses del año la actividad industrial acumuló una baja interanual de 0,7%, con retrocesos en cinco de los doce bloques analizados. La caída más importante en el período se observó en vehículos automotores (-9,4%), seguido de productos del tabaco y productos textiles (-8,3%), metales básicos (-8,1%) y edición e impresión (-0,4%). En tanto, minerales no metálicos fue el bloque de mayor crecimiento en el acumulado anual (+5,4%), seguido de refinación de petróleo (+4,3%) y papel y cartón (+3,6%). Por su parte, alimentos y bebidas, el rubro de mayor peso en el indicador, acumuló una suba de 1,4% con respecto al mismo período del año anterior, alentado principalmente por la molienda (+5,6%).

Perspectivas sectoriales

30/09/2015

Argentina: los sectores con mayor potencial de desarrollo

En nuestro país, una gran cantidad de sectores productivos poseen grandes perspectivas de desarrollo en el mediano plazo. Entre ellos se destaca alimentos, software, automotriz, laboratorios y biotecnología. Asimismo, petróleo, minería e infraestructura son áreas con enorme potencial, pero que requerirán de importantes inversiones así como readecuaciones en el marco normativo para impulsar su crecimiento.

Yerba Mate

23/09/2015

La cosecha de yerba mate mejora pero la rentabilidad apremia

A falta de dos meses para la finalización de la tarefa, se espera que en el transcurso del corriente año la cosecha de yerba mate supere a la registrada en 2014. No obstante, en un marco de precios regulados y costos crecientes, los márgenes del sector se reducen, comprometiendo la rentabilidad de toda la cadena, en particular la de los productores primarios.

Argentina es el principal productor mundial de yerba mate, seguido en importancia por Brasil y Paraguay. Estos tres países se constituyen como los únicos productores mundiales del cultivo.

El sector primario local está integrado por más de 17 mil productores de yerbatales concentrados en las provincias de Misiones y Corrientes, para los que predomina la cosecha de tipo manual por su bajo nivel tecnológico. En cuanto a la elaboración, la etapa de canchado, secado, acopio y molienda, presenta una alta concentración, a la vez que a excepción de algunos pocos molinos, también se concentra en estas dos provincias.

En el primer semestre del año, la cosecha local de yerba mate exhibió un excelente desempeño, al registrar una suba interanual de 19,5%. De esta manera, si bien aún faltan dos meses para la finalización de la tarefa, se espera que en el transcurso del corriente año la cosecha supere a la del período anterior. Cabe destacar que 2014 fue un buen año para el sector, con 775,4 mil toneladas producidas, lo que representó un aumento de 12,4% respecto de 2013.


Cosecha de Yerba Mate. Miles de Toneladas y Var. % a/a


Teniendo en cuenta que el período promedio de estacionalidad de la yerba es de un año, la producción de los molinos depende fundamentalmente de la cosecha del año previo. En tal sentido, en cuanto a la molienda, en 2014 se observó una caída en la producción, tras la menor cosecha del año anterior: la salida de yerba a molinos alcanzó el año pasado 256,1 miles de toneladas, es decir, 0,7% menos que en 2013.

El marco externo en que se encuadra el sector

A nivel global, la producción está orientada principalmente a satisfacer la demanda interna de los países productores, enviándose cerca del 13% al mercado internacional. Argentina es el único de los tres países productores que realiza envíos extra-Mercosur a países remotos como Siria o Líbano.

Uruguay, a pesar de ser el país de mayor consumo per cápita, prácticamente no produce yerba mate, constituyendo el principal importador mundial. Las ventas de Argentina a Uruguay son relativamente menores debido a las diferencias en el tipo de producto consumido en ambos países, mientras que en el país vecino tradicionalmente se consume un tipo de yerba sin palo, la yerba argentina lleva otro proceso de elaboración que la hace más suave.

Por su parte, desde ya hace varios años, Siria se posicionó como el segundo importador mundial, absorbiendo el 34% de las ventas globales. Las exportaciones argentinas, en particular, han aumentado su concentración a este destino, llegando a representar en 2014 el 72% de las colocaciones argentinas de yerba mate en el exterior.

En cuanto a los precios de exportación, desde el año 2011 presentan una tendencia al alza que promedió el 30% anual. Esto se debió fundamentalmente a la mayor demanda de los países del medio oriente y la mayor participación de la yerba envasada, en detrimento de la canchada de menor valor.

Rentabilidad comprometida

En el plano local, desde el año 2002 el mercado de yerba mate se encuentra fuertemente regulado, principalmente a través de la fijación de precios, que son determinados por el Instituto Nacional de Yerba Mate (INYM), con intervención en ciertos casos del Ministerio de Agricultura.

La última resolución fijó para los meses de mayo y septiembre de este año el precio de la hoja verde en AR$ 4.108 por tonelada y el de la yerba canchada en AR$ 15.184 por tonelada, lo que representa un incremento para ambas variedades de apenas 14% en pesos con respecto a los valores vigentes un año atrás.

Por su parte, el costo de mano de obra se incrementó 35,1% interanual a agosto y los costos logísticos 20,1%, achicando los márgenes del sector y comprometiendo la rentabilidad de toda la cadena, en particular la de los productores primarios.

Precio de yerba canchada y costos de servicio. Índice base oct2013 = 100

Perspectivas

Con miras a lo que queda del año, la rentabilidad de los productores primarios y los secadores seguirá ajustando a la baja debido al incremento de los costos de producción por encima de los precios de venta autorizados para la yerba.

Existen posibilidades de una recomposición de los márgenes en 2016 a partir de una depreciación del tipo de cambio que abarate los precios de los servicios no transables. Sin embargo, al estar el precio fijado por regulaciones, la ganancia podría ser menor que en otras actividades exportadoras.

A su vez, en los próximos meses, será clave monitorear el desenlace de los conflictos que atraviesan los países del medio oriente, en particular Siria, principal destino de nuestras exportaciones. Sin embargo, de momento no se vislumbra un impacto significativo.

En el mediano plazo, de todas formas, las perspectivas son favorables. Se estima que el mercado local continuará firme, mientras que estudios privados señalan que el consumo mundial podría crecer a una tasa cercana al 3% hacia el 2020. En particular, existen posibilidades de que se incremente el uso del producto para la elaboración de bebidas gaseosas y energizantes.

Petróleo y Gas

14/09/2015

Se recupera la producción local de petróleo crudo y gas natural

De la mano de YPF, en el primer semestre del año se recuperó la producción de petróleo crudo y gas natural. Así, en un marco de mayor producción local y precios internacionales estabilizándose en niveles relativamente bajos, se reducirá el déficit energético.

La producción de petróleo crudo acumuló en el primer semestre de 2015 un aumento interanual de 0,3%, luego de trece años consecutivos de caída. El segundo trimestre del año, la producción creció un 1,9%, lo que alcanzó a compensar la caída observada entre enero y marzo. En cuanto al gas natural, la mejora de la producción se verifica desde hace siete meses, pero se aceleró notablemente a partir de marzo. Al mes de junio, la extracción acumuló una suba de 3,5% con relación al mismo plazo del año anterior.

El crecimiento fue impulsado por YPF, que en el acumulado anual incrementó su producción de petróleo un 6,3% interanual y la de gas natural un 14,2%. En cambio, la producción privada registró una baja de 3,6% en la producción de petróleo y de 0,5% en el caso del gas, más allá de excepciones puntuales, entre la que se destaca Pan American Energy.

Sin embargo, la recuperación se limita sólo a la producción. La actividad exploratoria continúa deprimida, lo que se refleja en la fuerte merma en los pozos de exploración, con una baja de 22,2% interanual acumulado al primer semestre. La inversión existente se ha concentrado en los yacimientos de la cuenca neuquina, particularmente en Vaca Muerta y fue realizada principalmente por YPF.

Con todo, la producción local de petróleo crudo y gas natural revertiría este año más de una década de caída, con YPF liderando la recuperación. En el caso del crudo, podrían sumar su aporte algunas empresas privadas, alentadas por un precio interno superior al internacional y el programa de estímulo a la producción consistente en el establecimiento temporal de compensaciones económicas pagaderas en pesos por un monto equivalente de hasta tres dólares por barril, vigente hasta fin de año. Por el lado del gas natural, si bien el principal impulso también provendría de YPF, el sector privado ayudaría desacelerando su caída, beneficiado por los estímulos a la inyección excedente como el programa Gas Plus, que elevó el precio hasta USD 7,5 por millón de BTU por el gas adicional producido.

En el plano internacional, el precio del petróleo no despegaría en el futuro cercano. Tras la fuerte corrección registrada en 2014, no se prevén subas considerables en el mediano plazo. Luego del rebote observado en el primer trimestre del año, la cotización del crudo se ha estabilizado por debajo de los 50 dólares por barril, nivel considerablemente inferior al alcanzado en 2014. El incremento de la producción de Arabia Saudita, que llegó a producir 10,3 millones de barriles por día -el máximo de los últimos treinta años-, y la desaceleración de la demanda de China, actuaron como freno a la recuperación del valor internacional del petróleo.

En este marco de mayor producción local y precios internacionales estabilizándose en niveles relativamente bajos, el déficit energético se reduciría. La menor necesidad de importaciones sumada a los bajos precios internacionales contribuirá a una reducción del déficit energético en casi USD 2.500 millones en 2015. En particular, las compras externas de combustibles y energía caerían un 43%, lo que reduciría el saldo negativo a USD 3.600 millones, desde los USD 6.100 millones del año anterior.

Perspectivas sectoriales

31/08/2015

Los sectores con mayor potencial de crecimiento en Argentina

Numerosos son los sectores con grandes posibilidades de desarrollo en Argentina. En particular, en petróleo y gas nuestro país cuenta con los recursos necesarios para recuperar el autoabastecimiento y lograr la seguridad energética, aunque para ello se requerirán inversiones por más de USD 11.000 millones anuales entre 2016 y 2023.

Numerosos son los sectores con grandes posibilidades de desarrollo en Argentina. Entre los de mayor potencial para impulsar el crecimiento en nuestro país se destaca alimentos, laboratorios y software; en tanto que infraestructura, petróleo y minería son áreas que generan gran expectativa pero requieren de cambios sustanciales en las regulaciones locales.

En los últimos diez años, la demanda de energía creció a una tasa promedio de 2,7% anual, lo que llevó en 2011 a la pérdida del autoabastecimiento. La producción de petróleo y gas local, por su parte, cayó alrededor de 21% entre 2004 y 2014 y sólo el año pasado, el déficit comercial energético alcanzó los USD 6.198 millones. Este año, la reducción de los precios de los combustibles determinará un rojo energético que irá de USD 3.500 a 4.000 millones. La buena noticia es que el país cuenta con los recursos necesarios para recuperar el autoabastecimiento y lograr la seguridad energética. En un período de entre ocho y diez años, la producción de crudo podría crecer 40% y la de gas 27%, pero para ello se requerirán inversiones en upstream por más de USD 11.000 millones anuales entre 2016 y 2023, a la vez que necesitará un reordenamiento político-económico que permita disponer de divisas, remitir utilidades y revisar los derechos de exportación. Es importante destacar que Argentina es el cuarto país con más recursos no convencionales de petróleo y el segundo en gas en el mundo.

Por su parte, la infraestructura local es la gran asignatura pendiente para mejorar la competitividad de todos los sectores. En los últimos diez años, la inversión en infraestructura del transporte no acompañó al progreso económico, provocando un retraso en las condiciones de transitabilidad. Entre 2006 y 2014, las redes viales crecieron sólo 6%, mientras el parque circulante lo hizo en más de 40%. Cabe destacar que el 84% de la mercadería se transporta en camiones, que es un 75% más caro que el ferrocarril. Por su parte, el estado de las vías es malo y persiste un bajo nivel de electrificación de la red en el transporte urbano de pasajeros. En cuanto a los puertos, la baja inversión en mantenimiento y mejora de las vías navegables y los canales de acceso hace que hayan quedado desactualizados respecto a la tendencia mundial de barcos de gran tamaño. En suma, se requieren inversiones por ARS 82.600 millones para la construcción, ampliación y mejora de 10.000kms de redes troncales que se deberá ejecutar en los próximos años para lograr la integración de los principales nodos productivos del país.

En lo que hace a la minería, en Argentina existen proyectos que podrían impulsar las exportaciones hasta los USD 8.000 millones hacia 2020. Asimismo, el desarrollo de tales proyectos generaría un beneficio adicional: permitiría modificar la estructura productiva regional, ya que estas iniciativas se encuentran fuera de las provincias de mayor PBI. No obstante, para su factibilidad se deben revisar las trabas a la prohibición de la minería a cielo abierto en varias provincias, la obtención de autorizaciones y la elevada presión tributaria (38% del valor agregado) en comparación con otros países como Chile (20%) y Perú (12%), lo que pone a nuestro país en desventaja. Argentina ocupa el cuarto lugar a nivel mundial en cuanto a reservas de cobre y litio y se ubica dentro de los diez países con más reservas de oro y plata.

Por su parte, la industria automotriz representa más del 7% del valor agregado y del empleo industrial de manera directa, aporta el 40% de las exportaciones industriales y es el núcleo de la integración comercial con Brasil. Si bien el sector lideró el crecimiento industrial durante la década de 2003-2013, la contracción del mercado local y regional impactó en una fuerte reducción del nivel de actividad. Se espera que en los próximos cinco años se recuperen los volúmenes normales de la industria, aproximándose a las 850 mil unidades. Ante la crisis de la economía brasileña y el pesimismo en las expectativas de los próximos años, adquiere relevancia crítica el desafío de recuperar la presencia en otros mercados latinoamericanos y diversificar la canasta de exportaciones. El primer paso se dará el año que viene, cuando aumenten un 60% las exportaciones a extrazona, a raíz de la maduración de proyectos en curso.

La industria de alimentos tiene un potencial extraordinario dado sus ventajas comparativas. La producción de carnes es uno de los sectores con mayor potencial en el mediano plazo. En particular, en el mercado de carne bovina, la demanda mundial y los precios se mantienen firmes, por lo que nuestro país podría duplicar sus ventas al exterior en los próximos años si se liberan las restricciones. En cuanto a la variedad porcina, Argentina cuenta con el espacio y las condiciones climáticas para crecer basándose en el desarrollo del consumo interno y la posibilidad de insertarse en el mercado internacional. Aunque a un ritmo menor que en los últimos años, la demanda global de alimentos mantendría su evolución. En nuestro país no sólo existen oportunidades para expandir el área sembrada, sino también para recuperar la producción de trigo a través de cambios en las restricciones a las exportaciones. Cabe destacar que el crecimiento de la producción agrícola, impulsará una mayor demanda de agroquímicos y maquinaria agrícola.

Con respecto a los laboratorios, en la última década, las exportaciones argentinas de medicamentos crecieron a un ritmo de 146%, de las cuales gran parte fue concretada por firmas nacionales, cuyas ventas externas se triplicaron durante ese período. En lo que hace a las ventas internas, en los últimos cinco años aumentaron 315% en facturación y 29% en unidades.

Por último, la industria del software y servicios informáticos tuvo un crecimiento continuado en Argentina durante la década pasada, posicionando a nuestro país como líder en Latinoamérica. Las exportaciones aumentaron 15% anual en el período, totalizando USD 891 millones en 2014. Durante ese período, el sector pasó de emplear 26 mil trabajadores en 2004 a 77.400 en 2014. 

Automotriz

09/09/2015

Situación actual de la industria automotriz en Argentina

Gonzalo Dalmasso Coordinador de Análisis Sectorial

En el marco de una entrevista radial con el programa “Trade On”, Gonzalo Dalmasso, Coordinador de Análisis Sectorial de ABECEB, analiza el presente de la industria automotriz local, afectada principalmente por la grave crisis del mercado brasileño.

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