Análisis

La fórmula de los sectores textil y calzado en 2014: menos consumo, menos venta, menos producción

Dos de los sectores considerados sensibles enfrentan un año sumamente complicado. La actividad de la industria textil se encuentra por debajo de 2012 y 2011, y en el mes de mayo comenzó a observarse una contracción del orden de 2,5%. Por su parte, para el sector calzado el año arrancó con mal paso por la devaluación y el aumento de los costos de producción y sigue por el camino resbaladizo de la inflación, que hace caer fuerte las ventas.

Afectados por las mismas condiciones bajistas del mercado, aunque costados distintos, los sectores textil y del calzado recorren el mismo camino de caídas en ventas y producción en lo que va y, de seguro, en lo que resta de 2014.

A la industria textil ya se le desvaneció el espejismo del crecimiento registrado en la primera parte, ocasionado por la baja base de comparación que ofrecía 2013 (cuando se produjo el peor comienzo de año en casi una década). De hecho, a pesar de esa suba, el indicador de la actividad textil se encuentra por debajo de los niveles de 2012 y 2011. Además, en el mes de mayo comenzó a observarse una contracción del orden de 2,5% interanual. 

En cuanto a las ventas, de acuerdo a CAME tanto indumentaria como textil blanco mostraron caídas reales de alrededor de 6,5% interanual en el primer semestre, en línea con la evolución del comercio minorista en su conjunto. A su vez, aunque el Mundial de Fútbol provocó una mejora en el rubro de ropa deportiva, esto no fue suficiente para evitar un retroceso interanual del 3,8% en las ventas de estos productos en el mismo periodo. Sumado a lo anterior, las ventas de indumentaria han sido afectadas por el crecimiento del mercado informal, cuya competencia desleal le resta cuota de mercado.

En cuanto a la industria del calzado, la recuperación de las ventas iniciada a fines de 2013 no se mantuvo en el primer semestre de 2014, cuando se registró una contracción interanual de 5,2%. El incremento de los costos de producción -por la devaluación de principios de enero- y la reducción del salario real -por la aceleración inflacionaria- afectaron negativamente las ventas , que ya venían mostrando signos de estancamiento desde el récord de consumo de 2012. Adicionalmente, y como sucede en la industria textil, las ventas sufren la creciente competencia del sector informal.

En este sentido, la reducción del consumo de calzado ha impactado fuertemente en las importaciones, que acumulan una caída de casi 20% en los primeros cinco meses de 2014. Esto podría reducir el impacto negativo de la contracción del consumo en la producción local. De hecho, las importaciones de partes se han recuperado en abril y mayo, acumulando un aumento de 1% en dólares en lo que va del año, lo que muestra cierta tendencia a la sustitución de importaciones (en lo que respecta al producto final). Sin embargo, hay que tener en cuenta que los productores tienen una participación del 87% en el mercado local, de manera que el espacio para sustituir compras externas es limitado.

Para lo que viene, el sector industrial textil experimentaría en 2014 una baja de 2,6% interanual, debido a la caída del salario real. La pobre performance de las ventas tendría como consecuencia un ajuste de inventarios, lo que impactará negativamente en la producción. En cambio, pese a que para 2015 se esperaun pequeño rebote de la mano de una leve recuperación económica general, la actividad del sector igualmente se mantendrá por debajo de los dos últimos años.

Finalmente, las perspectivas para la industria del calzado son poco optimistas. Se espera que la producción se vea fuertemente afectada por el deterioro de las condiciones de consumo, en particular con una contracción de 5,3% del consumo aparente de calzado interanual en 2014.


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