Análisis
Siderurgia
28/02/2013En 2012 la industria siderúrgica local sufrió el impacto de la caída de la demanda nacional e internacional

Coordinadora de Análisis Sectorial
Con los sectores automotriz y de la construcción presionando a la baja y la coyuntura internacional caracterizada por la crisis en la Unión Europea y la desaceleración de la economía China, la industria siderúrgica argentina registró una retracción en 2012. No obstante el año negativo las perspectivas para 2013 resultan mas favorables.
En 2012, la producción local de acero crudo alcanzó los 5 millones de toneladas, registrando una retracción del 11% con respecto a 2011. Por otro lado, la producción de laminados en caliente cayó un 7,9%. Entre los diferentes rubros, la caída más pronunciada fue la del hierro primario que se situó en -17,6% mientras que la la contracción de los laminados en frío fue menor (3,3%).
Si bien las paradas de mantenimiento que tuvieron las dos principales plantas del país durante julio y septiembre fueron entre los principales responsables de este desempeño productivo, por el lado de la demanda, la baja de los principales demandantes de productos de acero complicaron aún más el escenario.
A nivel local, de hecho, la industria automotriz y la construcción, ambas fuertes consumidoras del acero producido en nuestro país, mermaron su actividad durante este año complicando el desempeño de la industria local.
Con respecto a la demanda externa, si bien por primera vez desde el año 2009 el sector presentó una balanza superavitaria, las ventas tuvieron que enfrentar la caída del precio del acero, así que los productores no tuvieron más opción que trasladar la baja hacia los productos finales, ejerciendo una fuerte presión sobre sus márgenes.
Siguiendo esta línea, la situación a nivel internacional, se torna cada vez más compleja. Por un lado, existe un fuerte exceso de capacidad productiva alrededor del mundo (en continuo crecimiento) que presiona a la baja de los precios. Por otro, persiste la debilidad de la demanda en el bloque de la Unión Europea y la desaceleración de la economía China.
Entre ambas circunstancias, se da un contexto de mucha fragilidad, en el que se suceden cierres de fábrica (principalmente en la U.E.), postergación de proyectos industriales (sólo en Brasil, se suspendieron proyectos por casi 17 mil millones dólares en 2012) y cada vez mayores dificultades para afrontar la reducción de los márgenes.
A pesar de estas cuestiones, el 2013 sería más benevolente con la industria, gracias a cierto repunte en la demanda general, pero las dificultades estructurales que atraviesa, difícilmente serán resueltas en el corto/mediano plazo.
De cara a 2013, de hecho, el crecimiento de la producción de acero crudo se estima en un piso del 3,7%, gracias a la leve recuperación de la demanda por parte de la construcción, la industria automotriz y el continuo crecimiento de la fabricación de productos de línea blanca.
En el sector externo, mejoran las perspectivas de ventas de laminados a la región, y en particular a Brasil que repuntaría con un crecimiento de 3% en 2013 (vs. 1,2% en 2012). Por otro lado, las economías avanzadas continuarán con un crecimiento pobre (1,5%), lo que retrasará el repunte de las exportaciones de tubos sin costura.