Análisis

Argentina logrará atraer inversiones "si hace los deberes"

Mariana Camino Presidente de ABECEB

Para Mariana Camino, CEO de ABECEB, el país no es competitivo en relación al nivel internacional, debido a normativas institucionales y regulatorias aún débiles, fuertes déficits de infraestructura, bajos niveles de ahorro e inversión y exportaciones muy concentradas en productos básicos. Advierte que será "indispensable" que se concreten inversiones en áreas clave como la red vial ferroviaria, fluvial y telecomunicaciones, si es que se pretende impulsar la competitividad de manera sostenible.

Como CEO de ABECEB, Mariana Camino analiza los logros y desafíos que tienen las empresas hoy, en el marco del nuevo gobierno. "Deben reacomodarse a una nueva matriz, a reglas de juego que son distintas, a una apertura de la economía y sobre todo, analizar los cambios que se formulan a nivel oficial para su desarrollo y expansión", advierte de antemano, en esta entrevista exclusiva para Portfolio Personal.

Además, comparte su visión respecto de cómo nos afecta el actual contexto externo, con la desaceleración china, la apreciación del en el mundo, los precios de los commodities en baja y la crisis de Brasil.

La Nación (LN): Hace un año atrás, en una entrevista (para La Nación), dijo que "ninguna empresa invertirá sin señales claras de cómo se va a corregir la macro". ¿Qué avances destaca al respecto, que se hayan logrado con el nuevo gobierno? ¿Qué falta hacer?

Mariana Camino (MC): El gobierno ha hecho avances significativos en pos de corregir la macro. La eliminación del cepo cambiario junto a la instauración de un régimen de flotación administrada, el arreglo con los holdouts y la recuperación del acceso al crédito externo, la adecuación de las tarifas de los servicios públicos, la quita/reducción de las retenciones a las exportaciones, las restricciones que regían sobre las ventas externas y la implementación de un régimen de metas fiscales e inflacionarias, configuran un giro de 180 grados en materia de política económica.
En este modelo, que prioriza la inversión como motor de crecimiento, además de una economía normalizada, muchos sectores requieren una revisión de los marcos regulatorios antes de invertir. Establecer nuevas reglas de juego estables, consensuadas y que den previsibilidad en el largo plazo es clave para la llegada de nuevas inversiones, sobre todo en un área estratégica como la infraestructura, donde se apunta a capitales internacionales de magnitud y con rendimientos que recién podrán verse en el largo plazo.

LN: ¿Cuáles son hoy los principales desafíos para las empresas hoy?

MC:Las empresas deben reacomodarse a una nueva matriz, a reglas de juego que son distintas, a una apertura de la economía y sobre todo, analizar los cambios que se formulan a nivel oficial para su desarrollo y expansión.

Hay sectores que crecieron en el marco de una economía cerrada, con ciertos márgenes de protección y ahora deben adaptarse a este cambio de reglas de juego. Estas empresas se están reinventando o están buscando una salida desde el punto de vista de sus negocios.

En cambio, para otras empresas es un momento en el que se les abren nuevas oportunidades de mercados de exportación y posibilidades de importación que pueden empujar una activación en la producción.

Hay elementos nuevos que impactan en el negocio de las empresas, pero hay que poder evaluar su impacto en función de cada sector y actividad.

LN: ¿Cómo juega el contexto externo, considerando el temor que hay hoy acerca de la desaceleración global? ¿Hay oportunidades de inversión?

MC:Latinoamérica se benefició del ciclo de crecimiento más importante de su historia, de la mano de un escenario externo inmejorable. Las principales inversiones se destinaron a los sectores primarios (agro, energía y minería), grandes protagonistas de este ciclo, aunque las manufacturas y los servicios fueron ganando espacio.

Lamentablemente, el contexto ha cambiado: China se desacelera, el dólar se aprecia en el mundo, y se redujeron los precios de los commodities, aunque desde una perspectiva histórica siguen siendo elevados. Mientras tanto, se observa con preocupación la crisis económica y política de Brasil.

No obstante, Argentina logrará atraer inversiones si "hace los deberes" y ellos pueden resumirse en mejorar la competitividad sistémica. Argentina asumió ese diagnóstico y focalizó su nueva estrategia de expansión en mejorar su competitividad por vía de la productividad.

Nuestro país no es competitivo en relación al nivel internacional, con normativas institucionales y regulatorias aún débiles, fuertes déficits de infraestructura, bajos niveles de ahorro e inversión y exportaciones altamente concentradas en productos básicos. Una combinación de factores extremadamente negativa para economías en progreso.

Entonces, será indispensable que se concreten inversiones en áreas clave como la red vial ferroviaria, fluvial y las telecomunicaciones, si es que se pretende impulsar la competitividad de manera sostenible. En simultáneo, la estrategia de comercio internacional deberá contemplar la conquista de nuevos mercados como vértice para el crecimiento de las exportaciones, lo que exigirá implementar estrategias para incrementar las capacidades productivas que permitan a la producción local insertarse en las cadenas regionales y globales de valor. Y todas estas tareas son a la vez, las principales oportunidades de negocios que los inversores observan con interés.