Análisis

Alimentos y bebidas

17/04/2015

Alimentos y Bebidas despidieron un verano en rojo

Carolina Schuff Coordinadora de Análisis Sectorial

Por el mal desempeño de bebidas y lácteos, en febrero, el sector tuvo su primera caída en once meses, de 2,3% interanual. De esa manera, el primer bimestre cerró con una merma del 0,3%.

La industria de alimentos y bebidas despidió un verano en rojo, principalmente impulsado por el mal desempeño de los rubros de bebidas, que acumuló una merma del 4,2% interanual , y lácteos, que se redujo un 2,4%.

Estos datos explican el resultado que el sector exhibió en el primer bimestre del año con una reducción del 0,3% interanual, y un febrero con el primer retroceso en once meses, que alcanzó el 2,3%, según los últimos datos difundidos por el INDEC.

Durante el primer bimestre, la actividad productiva del sector bebidas cayó un 4,2%, con una reducción de 7,5% en febrero. Estos números contrastan con el desempeño que el sector había mostrado en 2014, año en el cual tuvo un crecimiento del 3,1%. Sin embargo, la actividad ya venía mostrando una fuerte desaceleración en los últimos meses del año pasado.

A su vez, los reportes de las principales empresas del sector ya anticipaban los guarismos actuales. A partir de los mismos podía estimarse una caída del 2,6% en el consumo de bebidas durante 2014, lo que se debió en gran parte a la menor actividad económica y la pérdida de poder adquisitivo de los consumidores. La mayor reducción se observó en los vinos, cuyo consumo interno se contrajo un 4,2%. Las ventas de gaseosas, por su parte, se redujeron un 2,5% (con una elevada base de comparación por el elevado crecimiento de los últimos años). Las de cerveza también terminaron en terreno negativo (-1,7%), impulsadas por una fuerte reducción en el último trimestre (-5,9%), debido al deterioro de los drivers del consumo y a la menor temperatura con respecto a 2013.

En el sector de lácteos, la producción está siendo afectada por la caída en los precios internacionales de la leche en polvo, principal producto de exportación argentino, que impacta en la rentabilidad de toda la cadena. En un mercado internacional sobre-ofertado, muchas empresas encuentran dificultades para colocar su producción en el exterior, por lo que las exportaciones de este producto cayeron un 27,9% el primer bimestre del año. Con un menor nivel de actividad económica, parece poco probable que las ventas en el mercado interno puedan compensar esta caída.

También tuvieron un comportamiento negativo el azúcar con el 1,8% y la yerba mate con el 1,9%, aunque estos tienen un peso menor en el indicador oficial.

Por el lado positivo, los dos primeros meses de año mostraron importantes incrementos en las carnes blancas con el 11,5%; las carnes rojas aportando un aumento de 1,5%, y la molienda una suba de 5,6%.

De acuerdo a estadísticas del Ministerio de Agricultura, la producción avícola aumentó 6,8% interanual en el primer bimestre del año, alcanzando 316 mil toneladas. El consumo interno, que alcanzó un promedio de 42,4 kilogramos por habitante al año (más de 5 kg por encima de su valor un año antes), alcanzó a compensar el derrumbe de las ventas externas, que cayeron un 39% debido los menores envíos a Venezuela. El aumento en el consumo local es producto principalmente del abaratamiento relativo que esta carne mostró con respecto a los cortes bovinos y porcinos en el último año.

En cuanto a las carnes rojas, la producción bovina creció un 1,8% interanual en el primer bimestre de acuerdo a datos del Ministerio de Agricultura (el IPCVA informa un aumento similar para el período enero-marzo). Aun cuando continúa la caída del consumo interno de carne bovina, que promedió los 59,7 kg en 2014 (4,1 kg menos que el año anterior), y acumula una caída del 2,3% al primer bimestre, la producción pudo recuperarse con mayores ventas externas. De todas formas, se trata de niveles de producción históricamente bajos debido a las restricciones que continúan aplicándose sobre la exportación.

En tanto, la producción porcina creció un 7,4% interanual en enero, impulsada por la tendencia a un aumento del consumo per cápita. En 2014, el consumo local alcanzó un récord de 10,7 kg anuales por habitante de carne fresca (0,3 kg más que en 2013) y en enero de 2015 creció un 6,1% interanual, ubicándose en los 10,0 kg, a lo que se suman alrededor de 3 kg anuales en chacinados. Así, la carne de cerdo sigue creciendo en la dieta de los argentinos: su participación en el consumo total de carnes representa actualmente el 9,6% del total.

Por último, con una baja base de comparación, la molienda de soja acumuló un incremento del 10,3% en el primer bimestre del año (el de menor producción). La molienda de trigo-pan, en cambio, tuvo una caída del 1,1% en el mismo período, aun a pesar de la elevada disponibilidad de trigo. Cabe destacar que debido a la elevada disponibilidad de granos producto de una cosecha récord de soja y las restricciones a la exportación de trigo, la molienda mostró fuertes aumentos en 2014 (6,4% en el caso del trigo y alrededor del 10% en el de la soja) y se espera que esto continúe impulsando la actividad.