Análisis
Actividad
14/01/2015Consumo y producción, sin muestras de reactivarse

Coordinadora de Análisis Económico
Sobre el final del año, se percibió cierto optimismo respecto de la calma financiera, la desaceleración de la inflación y su positiva influencia sobre el consumo y el nivel de actividad. No obstante, si bien hubo algunas mejoras particulares, no se observan indicios de un cambio de tendencia generalizado. La mayoría de las áreas sigue marcando mermas con algunas incluso acelerando su tasa de baja. Además, hacia adelante no parece probable que se observe una reversión significativa de esta tendencia negativa, ya que se prevé que los desbalances internos continúen su deterioro, a lo que se suma una situación internacional no muy auspiciosa.
Sobre el final del año, se percibió cierto optimismo entre algunos funcionarios respecto de la calma financiera, la desaceleración de la inflación y su positiva influencia sobre el consumo y el nivel de actividad.
No obstante, si bien hubo algunas mejoras particulares, en materia de actividad no se observan indicios de cambio de tendencia a nivel generalizado. La mayoría de los indicadores de actividad económica sigue marcando mermas, e incluso algunos aceleraron su tasa de baja. Y esto se da pese a tener una baja base de comparación.
Por el lado de la oferta, las mejoras de los últimos meses de 2014 se concentraron en el indicador oficial de la actividad de la construcción , las exportaciones de autos a Brasil, la producción de alimentos, y el turismo. Sin embargo, en el resto de los casos se observó una continuidad del comportamiento negativo, como en la producción automotriz (reflejando que los problemas del sector no se limitan a Brasil), la textil, o en la cantidad de escrituras firmadas en la Ciudad de Buenos Aires.
Mientras tanto, al examinar los indicadores de demanda, se observa una persistencia de la caída que se fue verificando a lo largo del año. Además, en la mayoría de los casos las bajas hacia el cierre del año fueron mayores que las de los meses previos. Ejemplos de esto son las ventas en shoppings, que cayeron un 4,5% interanual en noviembre, o las de electrodomésticos, que sufrieron un retroceso de nada menos que 24,6% interanual en el tercer cuarto del año. La excepción la constituyen las ventas en los supermercados, que avanzaron 2,1% interanual en noviembre.
Detrás de estos indicadores se encuentra una debilidad mayor del salario real, que aceleró su merma al 3,7% en el último mes con datos disponibles. También se observa una aceleración de la reducción en la cantidad de obreros empleados en la industria y, así como en las horas por ellos trabajadas. Por último, la confianza del consumidor sigue en baja, con un retroceso del 4,2% en el último mes del año.
Así, tomados en conjunto, los últimos datos disponibles sobre la marcha de la actividad no marcan una recuperación. Y de cara al futuro no parece probable que se observe una reversión significativa de esta tendencia negativa, dado que se prevé que los desbalances internos continúen su sendero de deterioro, a lo que se suma una situación internacional no muy auspiciosa.