Análisis

Trece meses seguidos en rojo para la industria argentina

Carolina Schuff Coordinadora de Análisis Sectorial

Según el INDEC, en los primeros 8 meses del año la industria cedió un 2,8% frente al mismo período del año previo. Si contrastamos ago-2014/ago-2013, esta caída es del 2,9%, y se alcanzan así 13 meses consecutivos de descensos interanuales en el nivel de actividad fabril. De esta manera, se logra el peor record negativo desde la salida de la crisis de 2002, de acuerdo a los datos oficiales. Como venía sucediendo en los meses previos, el gran perdedor sigue siendo el bloque automotor.

De acuerdo a los últimos datos difundidos en el Estimador Mensual Industrial (EMI), agosto representó el 13º mes consecutivo a la baja interanual en el nivel de actividad para la industria argentina, con un retroceso de 2,9%. Con esto, en el acumulado del año, se registra una retracción del 2,8%.

La industria automotriz es el principal factor detrás de esta caída. Tal es así que si se excluye este bloque de la medición, el EMI estaría creciendo a un ritmo de 1,3% en el acumulado del año. En otras palabras, 4 puntos porcentuales de caída son explicados por este bloque, que representa un 11% del índice general. Esto se explica básicamente por dos motivos: por un lado, de los 12 bloques que componen este indicador, los vehículos automotores tienen la 4º mayor ponderación con un 11% (detrás de alimentos y bebidas, sustancias y productos químicos y metalmecánica); y por otro lado, hay que tener en cuenta que la contracción del sector automotriz se da versus 2013, que representó el segundo mejor año de la historia para el sector en lo que respecta a la producción (luego de 2011).

Claramente, el magro comportamiento de la industria automotriz tiene una fuerte incidencia en todos los sectores relacionados con la fabricación de vehículos, es decir, caucho y plástico (que sirven de insumos para neumáticos en el caso del caucho y distintas partes de la carrocería si hablamos del plástico), y metales (el acero y el aluminio representan casi un 30% de un vehículo terminado). El primer bloque, con una participación menor en el índice general, acumula en 2014 una caída de 5,6%, explicada por una merma del 6% en la fabricación de neumáticos y de 5,5% para las manufacturas de plástico. En el caso de las industrias metálicas básicas, es decir, acero crudo y aluminio primario, los primeros 8 meses del año muestran un incremento del 6,9%. Pero esto obedece principalmente a la baja base de comparación que dejó 2013, producto de diversas paradas técnicas.

Así y todo, agosto marcó la primer variación negativa contra el mismo mes del año pasado luego de más de un año creciendo y lo que se prevé para el resto del año es que esta tendencia continúe agudizándose. Cabe aclarar que otro sector que tracciona la actividad siderúrgica es la construcción, que lejos de dar respiro agrava aún más la situación (el ISAC cerró agosto un 2,63% por debajo de ago-2013). Si se quiere, el respiro lo encuentra en el aumento de la producción de petróleo, que utiliza como uno de sus principales insumos los tubos de acero sin costura.

El gran interrogante que se plantea en este punto es cómo explicar que, dejando de lado el bloque automotor, la industria crezca un 1,3%. Y esto encuentra la primera respuesta en el crecimiento de los bloques con mayor ponderación en el índice. El rubro de alimentos y bebidas explica nada menos que un 19% del EMI, y en lo que va del año ha experimentado un aumento del 1,8% frente al mismo periodo de 2013 y del 6,1% si se contrasta agosto versus igual mes de 2013. Este incremento viene fundamentalmente de la mano de las carnes rojas, la molienda y las bebidas, que crecieron según el INDEC en el acumulado a 8 meses un 5,2%, 4,9% y 4,1% respectivamente. Sin embargo, estos datos favorables contrastan con otras fuentes de información.

Al analizar la evolución de los alimentos y bebidas con estadísticas alternativas tales como el Ministerio de Agricultura, las Estadísticas de Productos Industriales (EPI) y balances de empresas, donde solamente la molienda de soja y la carne porcina se encuentran en terreno positivo. De acuerdo a estas fuentes alternativas, la producción bovina, por ej., responsable de buena parte de las carnes rojas, habría cedido en los primeros 7 meses del año un 3,2% en la comparación contra 2013. Mientras que los lácteos y el consumo de bebidas (incluye vinos, cervezas y gaseosas) habrían caído 3,6% y 2,3% respectivamente.

En cualquier caso, y más allá del comportamiento dispar del que da cuenta el índice, lo que se prevé para lo que quede de 2014 es que la tendencia negativa se acentúe. De hecho nuestras estimaciones ubican la caída de la actividad industrial al cierre del año entre el 3% y el 4%. Mientras tanto, en 2015 podría observarse una tibia mejora, explicada principalmente por la baja base de comparación que dejaría este año.