Análisis

Actividad

08/09/2014

Crece la probabilidad de que la recesión se extienda a todo 2015

Dante Sica Director

Las perspectivas para lo que resta de 2014 y para el año próximo se presentan más inciertas. Si no se logra salir del default en el arranque de 2015, el escenario económico será sin dudas más sombrío. La restricción externa continuará apretando sobre el mercado cambiario, dificultando el acceso a divisas de parte de las empresas, y manteniendo el sesgo negativo de las expectativas. Como resultado, la actividad no podrá recuperarse, y en cambio se mantendrá la recesión de 2014.

El escenario económico continúa su sendero de deterioro. Mientras que las luces amarillas crecen, de la mano de los mayores desbalances internos y de algunas señales de alerta provenientes del frente externo, el gobierno continúa dando muestras de su vocación por atacar las consecuencias y no las causas de los problemas. 


En particular, el proyecto de ley enviado al Congreso que propone un cambio voluntario de agente de pago y de jurisdicción (para los hold ins), y la reapertura del canje (para los hold outs) genera dudas sobre si Argentina podrá salir del default a principios de 2015. Sin esto, el año próximo seguirá vedado el acceso al financiamiento externo, y con ello, la posibilidad de una recuperación económica, dada la magnitud (y la tendencia) de los desequilibrios macro y microeconómicos. 

De hecho, el rojo fiscal continúa ampliándose a paso acelerado, y en junio se triplicó en relación al año previo. Esta situación se explica por la aceleración de los gastos primarios, que durante el sexto mes del año crecieron a un ritmo de 56% interanual, de la mano de una suba de 112% de los subsidios energéticos. Con ello, persisten las presiones del Tesoro sobre la emisión monetaria, y como resultado, sobre el mercado cambiario y la inflación.

A su vez, el gobierno apuesta a una batería de medidas que incentiven el consumo para contrarrestar la caída en la actividad, y en especial del empleo. Sin embargo, como el déficit fiscal (y su financiamiento con emisión monetaria) se encuentra en la base de los desequilibrios macroeconómicos, esto no hace más que deteriorar las expectativas, dado que se advierte que para esto el BCRA tendrá que emitir más moneda, y como resultado, subir las tasas de interés y el precio del dólar.

La nueva ley de abastecimiento enviada al Congreso, que habilita una fuerte intervención en las empresas privadas, tampoco parece apuntar a resolver los desequilibrios. La historia argentina ha probado no sólo la inefectividad de este tipo de instrumentos como herramienta anti inflacionaria, sino también su impacto negativo sobre la inversión, y en particular la extranjera. Por tanto, en un contexto en que la restricción externa está más operativa que nunca, esta medida parece inoportuna, dado que tenderá a debilitar todavía más la oferta de dólares. 

Con todo, las perspectivas para lo que resta de 2014 y para el año próximo se presentan más inciertas. Si las autoridades no lograran salir de la situación de default en el arranque de 2015, el escenario económico para el año próximo será sin dudas más sombrío. La restricción externa continuará apretando sobre el mercado cambiario, dificultando el acceso a divisas de parte de las empresas, y manteniendo el sesgo negativo de las expectativas. Como resultado, la actividad no podrá recuperarse, y en cambio se mantendrá el sesgo negativo de 2014. 

Por tanto, en los próximos meses habrá que estar atentos a las señales que dé el gobierno de querer llegar a un acuerdo con los hold outs lo antes posible, y sobre cómo conducirá la economía en lo que resta de su gestión. Lamentablemente, por ahora los indicios no son positivos.