Análisis

Las medidas adoptadas para las distribuidoras de energía eléctrica resultaron insuficientes

Carolina Schuff Coordinadora de Análisis Sectorial

La etapa de distribución es la que concentra los principales cuellos de botella en la cadena eléctrica. Por este motivo, en los últimos años se ensayaron distintas medidas, que si bien significaron un alivio para las empresas distribuidoras, no constituyen una solución integral al problema.

La etapa de distribución es la que concentra los principales cuellos de botella en la cadena eléctrica actualmente, producto de la falta de inversiones en mantenimiento de red que se fundamentan en una complicada situación financiera. Ante esta situación, en los últimos años se ensayaron distintas medidas, que sin embargo no resultaron una solución integral:


Resoluciones 347/2012 y 3/2014
Tras el apagón que dejó a cerca de un 25% de la demanda metropolitana sin energía en 2012, en noviembre de dicho año se aprobó por medio de la Resolución 347/2012 un cargo especial fijo aplicable a los usuarios de Edenor y Edesur, que sería utilizado en forma exclusiva para obras de infraestructura y mantenimiento de las instalaciones de las distribuidoras en el área metropolitana. Si bien esta medida constituyó un avance, el monto estimado a recaudar resultaba muy inferior al necesario dada la falta de inversiones en la red en los últimos años. Además, se trató de una medida aislada, y no de una revisión integral de las tarifas para solucionar los problemas de este eslabón de la cadena. Con todo, al no observarse un cambio en materia de inversiones, por medio de la resolución 3/2014 publicada hoy en el Boletín Oficial se decidió el traslado de estos fondos a manos de la Subsecretaría de Coordinación y Control de Gestión del Ministerio de Planificación, a modo de sanción para las distribuidoras por no verse reflejado este fondo en obras que hubieran atenuado los problemas que actualmente presenta la prestación del servicio.

Resolución 250/13
Esta resolución, aprobada en mayo de 2013, estuvo orientada a ordenar la situación contable de las distribuidoras Edenor y Edesur para evitar que entren en una situación de quiebra de acuerdo a la Ley de Sociedades. Por un lado, les reconoció mayores costos de prestación del servicio para el período de mayo de 2007 a febrero de 2013. Como contrapartida, se les permitió a las empresas cancelar las deudas por los fondos recaudados por PUREE, como también las deudas que venían acumulado por la falta de pago a CAMMESA en concepto de adquisición de energía eléctrica mayorista. La diferencia que quedase a favor de Edenor y Edesur por los mayores costos de prestación del servicio, sería cubierta con Liquidaciones de Venta con Fecha a Definir (documentos tipo pagaré) y destinada al Fideicomiso constituido por la Resolución 347/12.

En la práctica, sin embargo, la Resolución 250/13 no implica más que un reordenamiento patrimonial, dado que no significa para las distribuidoras nuevos flujos de fondos, ni tampoco un aumento del Valor Agregado de Distribución (VAD) efectivo hacia adelante. 

Dado que los diferentes entes reguladores son quienes autorizan o no los aumentos de tarifas, el atraso que sufren las distribuidoras bajo jurisdicción del ENRE (EDENOR y EDESUR) es claro al comparar las tarifas de estas distribuidoras con las de otros distritos. Así, hoy se observa que las tarifas de Córdoba y Santa Fe resultan 6 veces superiores a las del área metropolitana.
De esta manera, ninguna de las medidas implementadas apunta a solucionar el problema de fondo que enfrentan las distribuidoras, dado por la falta de un mecanismo de actualización del VAD, que permita cubrir sus costos y realizar inversiones en mantenimiento y ampliación de red.