Análisis
Blanqueo 2013 | Petróleo y Gas
15/05/2013YPF va por la revancha a través de los BAADE's

Analista Sectorial
La creación del BAADE se suma a otras iniciativas oficiales destinadas a revertir la complicada situación del sector energético, a pesar de las cuales no se logra revertir la tendencia negativa. Esto puede deberse a los tiempos de reacción e implementación que se requieren para obtener resultados, aunque si no existe un plan integral estas medidas difícilmente puedan encauzar la situación.
El Proyecto de Ley de Blanqueo de Capitales recientemente enviado por el Ejecutivo al Congreso prevé, entre otras cosas, la emisión de un bono denominado en USD cuyo fin sería el financiamiento de la “inversión pública en sectores estratégicos, como infraestructura e hidrocarburos”. Este instrumento, denominado BAADE (y que estaría disponible también en versión pagaré, adoptando el nombre PADE), sería otorgado a una persona física o jurídica a cambio de que esta deposite en un banco dólares que poseía sin declarar al fisco.
Aún se desconocen los detalles de la emisión, que se darán a conocer una vez se reglamente la norma aún pendiente de aprobación en el Congreso. Pero más allá de esto en principio se trata de un título público en dólares, no muy distinto de cualquier otro bono dollar linked (con legislación local) que circula actualmente. Pero más allá de los detalles técnicos -hoy desconocidos- asociados al instrumento, lo cierto es que los fondos que se originen en la emisión de estos papeles se destinarán a proyectos de inversión pública en sectores estratégicos, como infraestructura e hidrocarburos.
En el sector energético, la medida se suma a otras iniciativas oficiales impulsadas desde el año pasado con el fin de reencauzar la complicada situación existente. En este sentido, luego de que se estatizara la petrolera YPF en abril del año pasado, la nueva conducción de la empresa ha puesto un acento pronunciado en el campo no convencional. El objetivo de las autoridades es el desarrollo de la producción de shale gas y shale oil en la zona de Vaca Muerta. Y la estrategia ha apuntado a la captación de fondos en el mercado financiero (por el momento en el local) para apuntalar la inversión propia, pero también a la búsqueda de socios estratégicos que aporten capital para la inversión y desarrollo de esta zona.
En el primer caso, YPF ha logrado captar alrededor de $750 millones en el mercado local en lo que va del año vía tres emisiones orientadas a inversores minoristas. Si bien la última emisión llevada a a cabo a fines de abril el interés de los ahorristas se habría reducido, en todos los casos logró una demanda superior a la oferta prevista. Mientras tanto, continúan avanzando las negociaciones con grandes empresas del sector a nivel internacional. En particular, estaría próximo a concretarse un acuerdo con la norteamericana Chevron. El desarrollo del plan piloto con esta compañía está previsto en un área 290 km2 en Loma de la Lata norte y Loma Campana e incluye la perforación de 100 pozos en los próximos 12 meses.
De todos modos, a pesar de estas iniciativas aún no se ha logrado quebrar la tendencia negativa de la producción de hidrocarburos. Aunque no debería sorprender debido a los tiempos de reacción e implementación que se requieren para obtener resultados en esta cuestión. De hecho, tanto en el caso del petróleo como del gas, la producción de YPF muestra un comportamiento menos desfavorable que el promedio del mercado. En el primer caso, se registra una caída en la producción de 1,5% interanual en lo que va de 2013, que se compara con un retroceso de 6,7% promedio en el resto (luego de que en 2012 la petrolera estatal anotara una suba de 3,0% y el resto una caída de 7,6%). Mientras tanto, en materia de producción de gas YPF acumula una pérdida de 2,2% en lo que va del año, comparada con una baja de 8,7% del resto de las empresas (en 2012 el comportamiento fue similar, con mermas cercanas al 3.0% en ambos casos).
De todos modos, en la medida que no exista un plan coherente y estratégico integral, los esfuerzos llevados a cabo difícilmente resulten suficientes para encauzar la situación en materia energética.