Análisis
Precios
02/10/2012La economía tendrá que canalizar más pesos en 2013 ¿dónde iran?

Economista. Gerente de Análisis Económico
Depósitos en pesos, dólares blue o precios son las alternativas
Los agregados monetarios en Argentina se mantienen creciendo a tasas muy elevadas, en torno al 30%, como consecuencia directa de las medidas implementadas por las autoridades desde noviembre último. Las restricciones al acceso al mercado de cambios, con trabas para importadores y límites para el atesoramiento de dólares sumado a la decisión de reformar la Carta Orgánica del BCRA han sido clave para esta performance.
La clave para entender lo sucedido en los últimos meses, y lo que pueda suceder de aquí en más, es analizar cuál es el destino de esta expansión de la cantidad de pesos circulando en la economía. Para simplificar el análisis, podemos decir que éstos pueden dirigirse hacia cuatro destinos: 1. la compra de bienes; 2. depósitos en el sistema financiero en pesos; 3. adquisición de dólares en el mercado informal y 4. precios. El mix de destinos de los pesos que el BCRA pone (y ponga) en circulación determina cuán efectiva es la política monetaria para impulsar el crecimiento económico, y cuáles son los riesgos que enfrenta nuestra economía.
Desde noviembre de 2011 a la fecha, ante la imposibilidad de acceder al mercado cambiario formal una buena parte de los consumidores se inclinó por la compra de bienes durables intentando ganarle a la inflación, lo que terminó sosteniendo las ventas de estos sectores. Pero también fue importante el segmento que decidió depositar su “excedente” de pesos en el sistema bancario doméstico, aun a pesar de que las tasas de interés ofrecidas no compensan la pérdida de poder adquisitivo. En este caso, algo así como un “desensillar hasta que aclare”, que explica la buena performance de los depósitos en moneda local. Una parte menor se orientó a la compra de dólares en el mercado informal. Y por último, una porción no menor terminó empujando la inflación, ante la presión del consumo de aquellos que querían deshacerse de los pesos por esta vía sobre una oferta incapaz de responder a la misma velocidad. Es que las trabas a las importaciones redujeron la disponibilidad de bienes extranjeros pero también generaron problemas para los productores locales.
¿Qué puede pasar de aquí en más, en especial en 2013? La cantidad de pesos en circulación se mantendrá creciendo a un ritmo elevado, ya sea por vía de la intervención cambiaria y/o por el financiamiento al Tesoro. Seguir de cerca la performance de estas variables se vuelve entonces imprescindible para tener un buen panorama de lo que está pasando y lo que puede pasar.
Pero también es clave el análisis de la política económica. Es que, de no haber cierto relajamiento de al menos alguna de las restricciones vigentes en la actualidad, gran parte de los pesos circulando terminarán impactando directamente en la inflación. En primer lugar, de no habilitarse la posibilidad de mayores importaciones que agilicen la producción local de bienes de consumo, la presión sobre los precios se hará aún más importante. Pero también es necesario convalidar un aumento de las tasas de interés para aquellos que prefieran destinar su excedente a instrumentos de ahorro en pesos, de manera de equilibrar al menos un poco la ecuación frente a la inflación y/o las expectativas de devaluación. De no suceder esto, la buena performance de los depósitos en los últimos meses podría quedar trunca, con los riesgos que un escenario de salida de depósitos representaría. Por último, también podría relajarse la restricción al sector privado para acceder al mercado cambiario.
Así, las trabas a las importaciones (en especial de bienes intermedios), las tasas de interés en pesos y las restricciones al atesoramiento de dólares por parte del sector privado, también se vuelven variables clave para lo que viene. Aunque creamos que sería un gran paso adelante, no es necesario un relajamiento de las tres por parte del Gobierno, pero sí al menos de una de ellas, si se quiere evitar un escenario con riesgos de inflación en ascenso.