Análisis

Lácteos

18/06/2015

La rentabilidad de la cadena láctea, bajo presión

El principal factor detrás del magro comportamiento que presenta el sector es la baja en la rentabilidad que afecta a toda la cadena láctea. En particular, la situación financiera de los productores primarios resulta sumamente complicada, lo que ha derivado en una menor inversión y un estancamiento en la producción, que limita la disponibilidad de leche en la industria.



En los primeros meses de 2015 se aceleró la tendencia negativa en la producción lechera que se ha venido registrando desde 2013, con una caída en la recepción de leche en la industria de 4,7% interanual en el primer trimestre. Esto luego de que el año pasado la misma sufriera una merma de 3,9%, de acuerdo a estimaciones propias desprendidas de los datos suministrados por Minagri. El principal factor detrás de este magro comportamiento es la baja en la rentabilidad que afecta a toda la cadena láctea.

Por un lado, el exceso de oferta de leche en polvo observado en el mercado mundial, impulsado por la excelente campaña de Nueva Zelanda y la restricción impuesta por Rusia a la importación de alimentos europeos, dificultó la colocación de este producto en el mercado externo. A su vez, el exceso de oferta global provocó una fuerte merma en el precio promedio de exportación –de 36% interanual a marzo de 2015-, que hizo que muchas operaciones dejaran de ser rentables, desincentivando las ventas. El resultado de lo anterior fue un derrumbe de 38,5% interanual de las exportaciones medidas en dólares en el primer cuarto del año, mientras que en toneladas la caída fue de 18,3%. Por su parte, el mercado interno no logró compensar la baja en las ventas, dado que el consumo de productos lácteos se mantuvo entre estable y con leves caídas, y alcanzado por acuerdos de precios en algunos de los segmentos.

Mientras tanto, la situación financiera de los productores primarios resulta sumamente complicada. Durante los últimos años, el fuerte incremento sufrido en los costos resultó superior a los aumentos en el precio pagado al productor. En este sentido, si bien la baja del precio del maíz resulta un alivio ya que reduce los costos de alimentación, se estima que a mayo de 2015 el costo promedio de producción es de USD/l 0,371, por encima del precio que reciben los productores. Esto derivó en una menor inversión y un estancamiento en la producción, lo que limita la disponibilidad de leche.

Bajo este contexto, se espera una que la producción láctea se reduzca por tercer año consecutivo, con una caída de aproximadamente 1% en 2015.