Análisis

Internacionales

05/03/2015

La devaluación brasilera despierta señales de alerta en Argentina

La economía brasilera ha generado creciente preocupación a nivel local. La depreciación del real podría afectar las exportaciones argentinas, impactando fundamentalmente sobre el sector automotriz, pero también sobre otros rubros industriales como el químico, petroquímico y el papel. En cambio, no parece probable que se evidencie un incremento significativo de las importaciones desde Brasil, dado que el gobierno argentino tiene una administración casi total del comercio exterior.

Tipo de cambio real con Brasil. 2000-2015.


 


La economía brasilera ha generado creciente preocupación a nivel local. Mientras que el real muestra un proceso descendente que lo ha llevado a niveles mínimos en 10 años, las expectativas de crecimiento continúan ajustándose a un escenario menos favorable para 2015, y ya se prevé una caída de 0,6%.

Brasil enfrenta un panorama complejo, tanto desde el frente externo como en el interno. En el primer caso, la devaluación del real se encuentra atada al fortalecimiento del dólar a nivel mundial. Pero también se explica por una situación interna compleja, caracterizada por las denuncias de corrupción a Petrobrás, y por un proceso de ajuste que no cuenta con amplio consenso desde diversos actores económicos y políticos.

En este marco, el principal canal de contagio para Argentina en el corto plazo pasa por el comercio exterior. En particular, la depreciación del real podría afectar las exportaciones argentinas, impactando fundamentalmente sobre el sector automotriz, pero también sobre otros rubros industriales como el químico, petroquímico y el papel.

De todos modos, hay que tener en cuenta que el debilitamiento de la moneda vecina no se agravaría en el futuro, sino que es probable que el gobierno intente mantener la cotización en torno a los niveles actuales.

En cambio, no parece probable que esta situación se asocie a un incremento significativo de productos brasileños ingresando a nuestro país. Esta coyuntura vecina hoy no genera preocupación en los empresarios básicamente porque el gobierno argentino tiene una administración casi total de su comercio exterior. Pero lo que sí es cierto es que de mantenerse esta situación en el tiempo, la brecha competitiva entre los productos argentinos y los brasileños se verá afectada, lo que podría impactar sobre el entramado local en el futuro.