Análisis

Agro y ganadería

20/02/2015

Sigue la buena cosecha de soja, pero la caída de los precios augura un menor ingreso de dólares del agro

Javier Cao Analista Sectorial

Tras alcanzar una producción de 55,5 millones de toneladas en la campaña 2013/14, la cosecha de soja volvería a marcar un nuevo record en 2014/15, alcanzando las 57,0 millones de toneladas. Sin embargo, la baja de los precios internacionales, sumada a una menor área sembrada de maíz, haría caer la cosecha valorizada de trigo, soja y maíz, afectando negativamente el aporte de divisas del sector. 

Cosecha de trigo, maíz y soja. En millones de toneladas y miles de millones de USD



Tras alcanzar una producción de 55,5 millones de toneladas en la campaña 2013/14, la cosecha de soja volvería a marcar un nuevo récord en 2014/15, alcanzando las 57,0 millones de toneladas. A pesar del descenso en los precios, los márgenes de los productores de soja se mantienen en terreno positivo aún en campos arrendados, a diferencia de lo que ocurre con el maíz y el trigo. Esto ha motivado que muchos productores de maíz se vuelquen a la siembra de esta oleaginosa, que alcanzaría un área sembrada récord de 20,4 millones de hectáreas en la actual campaña, marcando un crecimiento de 2,0% anual. Las perspectivas climáticas y las condiciones hídricas de los suelos hacen prever que los rindes serían mayores al promedio, superando incluso los de la campaña pasada.

Por su parte, debido a la mayor área sembrada y rendimientos superiores a los esperados, se revisó a la suba la producción de maíz para la campaña 2013/14. Así, de acuerdo a la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, esta campaña finalizó con una producción de 27,0 millones de toneladas, igual que la anterior. En cambio, las perspectivas para la campaña 2014/15 son menos alentadoras, dada la baja en la rentabilidad de los productores debido al descenso de los precios internacionales (en campos arrendados, los márgenes son negativos ante rindes normales). Esto ha derivado en una fuerte reducción del área sembrada, que alcanzaría apenas 3,1 millones de hectáreas, lo que implica una caída interanual de 17,4%. Afortunadamente, el cultivo fue beneficiado por excelentes condiciones climáticas, por lo que las primeras hectáreas cosechadas están mostrando rindes muy superiores al promedio de los últimos años. Esto permitiría morigerar la caída en la producción del grano, que de todas formas sería de un 16,7%, alcanzando las 22,5 millones de toneladas.

La producción de trigo también fue revisada al alza, y alcanzó las 10,1 millones de toneladas en la campaña 2013/14, marcando un aumento del 12,2% interanual. A su vez, la campaña 2014/15 presentó un fuerte incremento en el área sembrada, que, al crecer 16,0% anual, se ubicó en 4,2 millones de hectáreas. Esto permitió que la producción alcanzara los 11,2 millones de toneladas, un monto 10,9% superior al de la campaña pasada, aunque aún muy inferior al promedio observado entre 2002 y 2008. A diferencia de lo ocurrido en el caso del maíz y la soja, rindes de la presente campaña fueron levemente inferiores al promedio de los últimos años debido a las elevadas temperaturas registradas durante el invierno y, principalmente, al lavado de suelos producto de las inundaciones y el exceso de lluvias que se produjeron principalmente en el sudeste de Buenos Aires.

A nivel agregado, considerando conjuntamente maíz, trigo y soja, se espera que la producción alcance las 90,7 millones de toneladas en la actual campaña, marcando una caída de 2,1%. La razón principal detrás de esta baja está en la menor producción de maíz, que no alcanzaría a ser compensada por el aumento esperado en la cosecha de trigo y soja.

En cuanto a los precios, el rebote observado a partir octubre se frenó con la llegada de noticias que hacen esperar una excelente cosecha sojera en toda Sudamérica. Así, se mantiene el escenario de exceso de oferta en el mercado mundial, a lo que se suma la tendencia a la apreciación del dólar en el mundo.

Como resultado, la cosecha valorizada sufriría una reducción de 18,7% en la actual campaña, debido tanto a la caída en la producción de maíz como a la reducción en los precios promedio de exportación. Los bajos precios internacionales y la utilización del tipo de cambio como ancla nominal afectarían los márgenes de los productores que, con rendimientos promedio, solamente se mantendrían en niveles positivos en el caso de la soja. Por otro lado, las menores expectativas de devaluación y los ajustados márgenes, así como una menor brecha cambiaria, son factores que podrían reducir los incentivos a la acumulación de stocks.