Análisis
Vitivinícola
22/01/2015La pérdida de competitividad y la caída del salario real arrastran a las ventas de vinos

Coordinadora de Análisis Sectorial
El mercado de vinos tuvo un mal año en 2014. Hasta los primeros 10 meses, las ventas totales se redujeron un 6,2% anual por la caída general del consumo interno y por la pérdida de mercados en el exterior. El atraso cambiario, explicado en buena medida por la elevada inflación, constituye un factor clave para entender la pobre performance del sector.
La venta total de vinos cayó 6,2% en los primeros diez meses del año pasado. Esta caída se explica tanto por una contracción de los despachos al mercado interno, como por el marcado deterioro del mercado exportador.
En la suma de lo vendido en el mercado interno de enero a octubre de 2014, se observa una caída del 3,5% con respecto al mismo periodo del año anterior. Así, mientras que en 2013 se vendieron 8,52 millones de hectolitros de vino, en 2014 esta cifra se redujo a 8,23 millones. La merma en el salario real es uno de los factores determinantes de esta situación.
El mal desempeño del mercado interno no pudo ser compensado por las exportaciones. De hecho, las ventas externas cayeron en el acumulado enero-octubre de 2014 un 15% anual, una caída un poco menos pronunciada que la del mismo período del año anterior, cuando se acumuló un descenso del 16,2% anual. La pobre performance de los envíos al exterior viene explicada por la pérdida de competitividad del país, que a su vez obedece a los desequilibrios macroeconómicos imperantes (entre los que se destaca una elevada tasa de inflación) y a la intervención del gobierno sobre el mercado de cambios.
A estos inconvenientes propios de la dinámica económica local se suma que el sector en particular, a nivel global, es muy competitivo y la posibilidad de ingresar en nuevos mercados (o la posibilidad de mejorar el acceso a mercados donde ya se está presente) es vital. En este sentido, destaca el caso de Chile, que firmó un acuerdo de libre comercio con China mediante el cual podrá ingresar vinos a ese país con arancel cero. Esta dinámica también ayuda a explicar por qué el impacto de la caída de la competitividad se siente de manera tan marcada en el descenso de nuestras ventas externas.