Análisis

747 empresas realizan el 73 por ciento de las importaciones y de las exportaciones

Mauricio Claverí Coordinador de Proyectos

Los sectores responsables de la mayor parte de las ventas externas son también los que registran los mayores niveles de importaciones como los cereales, oleaginosas y sus subproductos, terminales automotrices, minería, petróleo y gas. Estos sectores pueden ser los más afectados por las restricciones a las importaciones que define el gobierno.


Explorando el universo de empresas que importan y exportan simultáneamente por montos relevantes se llega a un conjunto, formado por 747 empresas, que explican un 73% de las importaciones y a su vez un 73% de las exportaciones. Si se clasifican a estas empresas por sectores de actividad y nos quedamos con los principales de ellos, obtenemos un conjunto que explica el 51% de las importaciones y el 70% de las exportaciones. Por lo tanto, es lo suficientemente representativo para analizar qué sectores muestran mayor exposición a las trabas a las importaciones y cuáles no deberían presentar grandes problemas.

Los sectores responsables de la mayor parte de las ventas externas también registran importaciones relevantes: Cereales, Oleaginosas y sus subproductos, Terminales Automotrices, Minería y Petróleo y gas son algunos de ellos. No obstante, no todos se encuentran en la misma situación frente a las restricciones impuestas por la política comercial. La posibilidad de negociar con las autoridades locales una mayor flexibilidad en la liberación de permisos de importación dependerá del flujo de ingreso de divisas vía exportaciones que el segmento genere vis a vis su salida. Se trata de un criterio basado en la liquidez (demanda de dólares) y no en la eficiencia y, menos aún, en las perspectivas de desarrollo potencial de competitividad. Es como reemplazar la política industrial con la política de ajuste macroeconómico.

Desde esta perspectiva, aquellas ramas que registren un ratio importaciones/exportaciones mayor encontrarán más riesgo de cara a las restricciones sobre las importaciones. Aunque caben dos aclaraciones:

  • El mayor ratio de importaciones/exportaciones pertenece a Petróleo y Gas. A pesar de ser empresas que generan un gran déficit de divisas, no se espera que estas vean limitadas sus compras externas. Dada la imposibilidad local de autoabastecimiento energético, las compras de las empresas que extraen y refinan petróleo cuentan con carácter prioritario en la liberación de dólares para la importación.


  • Bajo la categoría de productos químicos se agrupa un conjunto heterogéneo de subgrupos de firmas, cada uno en diferente situación. Dentro de este agregado existen categorías como Producción de Resinas y Caucho Sintéticos o Fabricación de Productos Veterinarios cuyos coeficientes importación/exportación se encuentran por debajo de 0,7. En oposición, las empresas dedicadas a la fabricación de medicamentos registran un coeficiente superior de 3,1.

Realizadas estas salvedades es claro que los principales importadores – exportadores que se ven afectados por las restricciones sobre las importaciones son los que operan en los sectores industriales tradicionales. Al respecto, ya son conocidas las dificultades enfrentadas en los últimos dos años por las compañías de la cadena automotriz, metalmecánica y del papel. Asimismo, se trata de exportaciones que amplían la canasta de bienes exportables.

Las empresas que se encuentran en una situación de riesgo alto (si se excluye el segmento petróleo y gas) explican el 15% de las exportaciones. Adicionando a esta cifra la incidencia de las operaciones de las compañías ubicadas en el grupo de riesgo medio, al menos un 20% de las exportaciones del país pueden verse afectadas con alta probabilidad por el actual esquema de restricciones sobre la importación. Se entiende entonces cómo la política comercial, tal cual está implementada, podría actuar en detrimento de sus propios objetivos.

En la actualidad, una de las formas más difundidas en el mundo emergente para ganar competitividad es la de integrarse en cadenas internacionales de valor. Por definición, pertenecer a una cadena supone estar en condiciones de importar para exportar. Una política de competitividad bien estructurada, por ende, debería colocar a la capacidad de importar como una prioridad.

Así, dada la estructura productiva actual de Argentina hay un costo menos visible pero que puede tener consecuencias muy severas a largo plazo: la falta de importaciones daña la competitividad porque las firmas utilizan los insumos importados para producir los bienes y servicios que se exportan. Si las importaciones no están disponibles en cantidad suficiente, o bien los costos de los exportadores aumentan o bien directamente no pueden producir.

La represión de importaciones por razones macro puede, por lo tanto, dañar severamente a la micro.