Análisis
La industria automotriz en 2014 | Ruedas
07/02/2014Las trabas a las importaciones de autos tensan la relación bilateral con Brasil

Director
Las sucesivas restricciones a las importaciones impuestas sobre el sector automotriz provocan cada vez más descontento del lado de Brasil, y podrían tener consecuencias negativas sobre la industria local. Además de incitar una respuesta análoga desde la economía vecina, este tipo de medidas podría derivar en una relocalización de las inversiones, teniendo en cuenta que éstas buscarán asegurarse el acceso al mercado más grande de la región.
Como era de esperar, los cupos a la importación de autos ya despiertan preocupación en Brasil, en la medida en que comienzan a afectar la actividad de sus fábricas. Lo que se vio en enero es el escenario esperable para todo el año: las importaciones argentinas desde Brasil presentarán caídas de dos dígitos mes a mes y complicarán a las terminales brasileñas, que se enfrentan a su vez a un mercado estancado a nivel doméstico.
El descontento del otro lado de la frontera es fácil de imaginar. Las demoras y complicaciones por las DJAI bajo la gestión de Moreno ya eran objeto de quejas de los empresarios y funcionarios brasileños, y han ido dilatando las negociaciones bilaterales. Pero la sucesión de medidas cada vez más restrictivas orientadas a pisar las importaciones y los continuos cambios en las reglas de juego de los últimos dos meses, en el marco de la crisis cambiaria, no hacen más que incrementar las rispideces.
En el corto plazo, las restricciones a las importaciones podrían terminar ocasionando también mayores complicaciones para exportar vehículos a Brasil. Y el desempeño de los envíos a este mercado será clave para salvar los resultados de este año y evitar los pronósticos de volver a niveles de producción por debajo de las 700 mil unidades. Es que el mercado interno tenderá inexorablemente a niveles menores debido al impacto de la devaluación sobre los precios de los autos, la caída de la actividad y la suba de las tasas de interés, si bien aún es incierta la profundidad de la caída.
Y a mediano plazo, quien tiene más para perder es la Argentina, dado que a medida que se fijan antecedentes de imprevisibilidad para comerciar libremente en el bloque, las inversiones y asignaciones de nuevos modelos tenderán cada vez más a dirigirse a Brasil, para asegurarse el acceso al mercado más grande de la región.
Éste será el marco en el que se deberá renegociar el Acuerdo Automotriz bilateral, cuyo resultado será clave para el futuro de la industria argentina en los próximos años. Estas medidas unilaterales podrían retrasar el acuerdo, perjudicando a los intereses de la Argentina. Dentro del paquete de negociaciones se hallan los términos de la administración del comercio bilateral, la articulación de la Argentina en el Régimen automotriz brasileño. La dirección de los flujos de inversiones y la configuración de la estructura productiva regional será lo que a la larga determinará el sentido de los flujos de comercio intrarregional.