Análisis

Biocombustibles

28/05/2013

La medida antidumping al biodiesel argentino en Europa obliga a buscar nuevos destinos de exportación

La medida tal como fue tomada no supone una barrera definitiva a las ventas argentinas de biodiesel a la eurozona. El sostenimiento del mercado dependerá de que la producción continúe siendo competitiva aún con el nuevo costo incluido. En seis mese se deberá definir todo el caso que lleva adelante la UE, que incluye la investigación por los subsidios argentinos al sector, por lo que la sanción podría ser mayor en materia de aranceles

Las repercusiones que podría tener la reciente medida “antidumping” tomada por la Unión Europea (UE) en contra de las ventas de biodiesel argentino en su mercado, tienen un claro origen en la necesidad de proteger su propio sector industrial fabricante de este biocombustible ante la entrada de productos más competitivos. Un dato que habla de la situación de esta industria en Europa es el bajo nivel de utilización de su capacidad instalada que apenas llega al 40%. Luce muy evidente que el arancel impuesto a los importadores europeos del biodiesel argentino tiene como meta elevar los niveles de producción en Europa.

La medida tal como fue tomada no supone una barrera definitiva a las ventas argentinas de biodiesel a la eurozona. El arancel encarecerá el producto argentina, pero no prohíbe su comercialización en los países que conforman la UE. Por lo tanto, el sostenimiento del mercado para la industria argentina dependerá de que la producción continúe siendo competitiva aún con el nuevo costo incluido.

Las consecuencias que podría tener esta penalización para la industria argentina de biodiesel podrían ser de tres tipos. En primer lugar podría hacer que efectivamente el sector se vuelque más sobre la producción de aceite de soja en lugar del biocombustible, cosa que de hecho ya venía ocurriendo debido a la situación propia del mercado local que en los últimos meses desincentivó la producción, sumado a la caída de las exportaciones que ya se venía dando desde agosto pasado precisamente por la previsión de que la UE tomaría esta medida.

En segundo lugar, podría ocurrir que el excedente que pueda ser colocado en el mercado europeo se redirija al mercado interno, tras la modificación de algunas condiciones que lo hagan posible. La ley que obliga al corte del diesel establecía que 7% del combustible debe ser biodiesel y, tras el incendio de la refinería de YPF en Ensenada se definió que debía ser del 10% a partir del entrante mes de junio. El mercado interno tiene entonces un margen para absorber una mayor parte de la producción.

Otro escenario alternativo, que también sería óptimo para las exportaciones de biodiesel, es que tenga éxito el trámite pendiente de la certificación ambiental que hace falta para permitir el ingreso del producto argentino en el mercado de Estados Unidos. Al igual que en Argentina, el porcentaje de corte obligatorio de las naftas y el combustible diesel con los biocombustibles aún no se alcanza, con el agregado de que casi toda la producción de soja de Estados Unidos se consume internamente para distintas actividades industriales y agrarias, por lo que estarían teniendo necesidad de importar el producto. Las autoridades estadounidenses establecieron que el total de biodiesel usado para el corte de combustible pasara de 3,3 millones de toneladas a 4,6 millones de toneladas a partir de 2013. El trámite del certificado ambiental en el país del norte podría definirse a partir de 2014.

En definitiva, la medida tomada por la Unión Europea tiene como efecto inmediato el encarecimiento del biodiesel para sus propios consumidores, pero como contrapartida efectivamente aumentaría su producción. Faltaría ver si los beneficios de esta estrategia justifican los costos que se asumen, en el marco de la crisis que atraviesa Europa.

Hay que tener en cuenta que caso original que se lleva adelante en la UE es por dumping y, además, por los subsidios que tiene la producción de biodiesel en la Argentina. Por eso, la actual medida que salió sólo por el lado del dumping, es provisional. Aún falta definir la investigación por los subsidios. Por lo tanto, la medida definitiva que se tomaría en seis meses de acuerdo a las normativas de la OMC y que debe incluir ambos costados de la investigación, podría incluir sanciones mayores para Argentina en materia de aumento de los aranceles.