Análisis
Automotriz
10/06/2015El enfriamiento entre Argentina y Brasil se refleja en el estado del acuerdo automotriz

Coordinador de Análisis Sectorial
El estado actual del acuerdo automotriz que regula el comercio entre Argentina y Brasil no hace más que reflejar el enfriamiento de la relación bilateral. Al día de hoy prácticamente se descarta que vayan a implementarse cambios significativos. En cualquier caso, nuestro país deberá encontrar sus propios mecanismos para repensar y fortalecer su estrategia sectorial, en un contexto global y regional desafiante, y con problemas pendientes de resolución centrados en la competitividad, la modernización tecnológica y el desarrollo de proveedores autopartistas.
El estado actual del acuerdo automotriz que regula el comercio entre Argentina y Brasil no hace más que reflejar el enfriamiento de la relación bilateral a nivel general, tanto en términos económicos como políticos.
En el último protocolo firmado a mediados del año pasado -en el que básicamente se había extendido el acuerdo previo sin abarcar los temas de fondo- se planteaban ciertos puntos de trabajo hasta el nuevo vencimiento en junio de 2015. En este sentido, los principales temas que se discuten están vinculados a las características del flex (el coeficiente que impone una relación máxima para el libre comercio bilateral, pero que en los hechos tiene una relevancia limitada), los requisitos de contenido de autopartes en los vehículos y las asimetrías generadas por políticas nacionales sobre la industria en la región.
Existe cierto consenso bilateral sobre la necesidad de aumentar los requisitos de contenido de componentes regionales en la producción, lo que seguramente se acabará implementando en algún momento en los próximos años. Pero aún no hay acuerdo sobre los mejores instrumentos y fórmulas para lograrlo. Asimismo, Argentina busca la forma de recuperar cierto peso regional en la producción de autopartes y -de mínima- exige la incorporación de las autopartes producidas en el país al Programa Industrial Brasileño Innovar Auto, que incentiva las compras en Brasil.
Sin embargo, el trabajo sobre la agenda bilateral a lo largo del año fue muy escaso. Hay varios factores que explican esto: 1º) el contexto electoral en Brasil en el último trimestre del año pasado y el cambio en los equipos de la gestión; 2º) el próximo cambio de administración en Argentina que incentiva al Gobierno brasileño y a las empresas a buscar postergar las negociaciones hasta que asuman las nuevas autoridades; 3º) la coyuntura de fuerte crisis de la industria automotriz en la región, que sesga la agenda hacia los problemas de corto plazo; y 4º) (y más importante) que Brasil se halla cómodo con el status quo y Argentina ha perdido poder de negociación.
En este sentido, al día de hoy prácticamente se descarta que vayan a implementarse cambios significativos, y la discusión pasa por si la prórroga del Acuerdo será de 2 años (como pretende Brasil) o de 1 año (como pide Argentina). Mientras tanto, Argentina deberá encontrar sus propios mecanismos para repensar y fortalecer su estrategia sectorial, en un contexto global y regional desafiante, y con problemas pendientes de resolución centrados en la competitividad, la modernización tecnológica y el desarrollo de proveedores autopartistas.