Análisis

Comercio Exterior

03/07/2015

Mal año para las exportaciones y peor aún para las PYMEX

Mauricio Claverí Coordinador de Proyectos

Columna de opinión publicada en cronista.com el jueves 2 de junio. Las exportaciones cumplieron en mayo 19 meses acumulados de caída. Peor aún, las ventas externas del primer cuatrimestre de 2015 son las más bajas desde 2009, en plena crisis internacional. El segmento de pymex resultó el más golpeado, sufriendo la desaparición de más de 1.000 empresas entre 2010 y 2014, dato relevante por su importante incidencia en términos de generación de empleo y valor agregado en la estructura exportadora nacional.

La realidad económica de la Argentina en este agitado año electoral está sufriendo las consecuencias de fuertes tensiones coyunturales que llevan a las autoridades a resignar el desempeño de algunas variables con el objetivo de controlar aquellas necesarias para llegar con mejores perspectivas a las elecciones de octubre.

Las decisiones de política comercial pueden tomarse como ejemplo de la situación. Dada la necesidad de controlar el saldo comercial como fuente genuina de divisas (necesarias para contrarrestar la tensión en las reservas internacionales), durante todo el 2014 y en los meses transcurridos del 2015 se reforzaron las medidas de control a las importaciones, condicionando la autorización de las compras a la obtención de divisas provenientes de las exportaciones.

Sin embargo, el hecho de que las autoridades comerciales pusieran grandes esfuerzos en el control del egreso de divisas llevó a postergar el tratamiento de algunos factores importantes que actuaron como verdaderos limitantes del desempeño exportador. De hecho, las exportaciones cumplieron en mayo 19 meses acumulados de caída. Peor aún, las ventas externas del primer cuatrimestre del 2015 son las más bajas desde el año 2009, en plena crisis internacional.

Parte del pobre desempeño observado durante los últimos años puede atribuirse a factores externos, como el menor crecimiento de Brasil, principal socio y vecino, y la caída en los precios de los principales commodities. Sin embargo, no puede dejarse de lado que también operan factores internos dentro de los cuales se destacan fundamentalmente los problemas asociados a la pérdida de competitividad.

Más allá de que muchos de estos factores parecen responder a cuestiones coyunturales que podrían corregirse una vez resueltas las tensiones internas, la realidad es que, luego de tantos meses acumulados de desequilibrios y de pérdida de colocaciones en el exterior, será un verdadero desafío recuperar el posicionamiento, mejorar la competitividad de los productos nacionales en el exterior y revertir las tendencias de los sectores afectados.

Un análisis que ilustra los problemas estructurales que tiene el sector exportador comprende a la caracterización de las empresas exportadoras según el volumen de colocaciones en el exterior, revelando que existen categorías que son más sensibles a los desajustes.

En 2010, la Argentina contaba con un total de 12.048 empresas que exportaban. De ese total, y de acuerdo a las exportaciones promedio de los últimos 3 años, un 13% eran micro exportadoras, un 78% eran pequeñas y medianas exportadoras (pymex) y un 10% eran grandes. El mismo análisis para 2014 reporta diferencias: el segmento de empresas grandes crece en número y en participación, alcanzando un 13%. Sin embargo, tanto las micro como las pymex pierden en cantidad y participan con un 87% del total contra el 90% de cuatro años antes.

La pérdida de participación de las micro y las pymex es más notoria cuando se mide en valores, debido a la fuerte concentración del valor exportado en torno a las grandes exportadoras. El segmento de pymex registra una pérdida de 1.176 empresas. De las 9.295 pymex existentes en 2010, solamente 5.092 mantienen la categoría, mientras que 3.027 provienen de otros segmentos (o en su gran mayoría son empresas que directamente no registraban exportaciones) y 4.203 resignaron categoría o dejaron de exportar.

En las grandes exportadoras ocurre justamente lo contrario. La variación neta entre los años observados es positiva, las empresas crecieron en cantidad (desde 1.165 a 1.370) y además tuvieron muy poca rotación al interior, explicado por el hecho de que un 77% de las grandes exportadoras en 2010 mantienen su categoría en 2014.

El motivo por el cual se le otorga especial relevancia al comportamiento de las pymex es porque, si bien las mismas explican sólo un 5% de las exportaciones totales, tienen una importante incidencia en términos de generación de empleo y de valor agregado.

Una característica importante es que las exportaciones de los sectores que tienen mayor participación de pymex no se corresponden con aquellos tradicionales de mayores ventajas comparativas, sino que se destacan rubros industriales como los accesorios y prendas, juguetes y calzados.

Sectores en los cuales las pymex tienen mayor participación sobre el total exportado. Valores en %. Años 2012-2014.



Otra forma de medir la importancia que tienen las pymex para el sector exportador reside en el mayor valor agregado que poseen los bienes que dichas empresas producen para colocar en el exterior, con respecto a las grandes empresas. Ello se puede observar a través del cálculo del precio por kilogramo exportado en ambos segmentos: mientras que en 2014 dicha variable midió $ 0,7 por KG para las grandes exportadoras, las pymex tienen un precio de $ 1,4 por KG.

En síntesis, las pymex enfrentaron una coyuntura adversa en los últimos años, tanto por factores externos como la menor demanda de Brasil (a donde envían un 20% de sus productos en el exterior), como por factores internos como la pérdida de competitividad por la apreciación cambiaria y por la inflación de costos, entre otros. Esta situación llevó a la desaparición de más de 1.000 pymex entre 2010 y 2014.

Esta pérdida es relevante porque dentro del segmento de medianas exportadoras se destacan empresas que envían al exterior productos industriales y de mayor valor agregado. De allí se deriva que su pérdida de participación tiene importantes consecuencias en la estructura de exportaciones del país, ubicando la colocación de bienes locales en el exterior en una situación que será muy difícil de revertir en el corto plazo.